El partido prometía y cumplió. El conjunto con más puntos del fútbol argentino, que ha conseguido un buen funcionamiento de equipo, enfrentaba al club con mejores individualidades de América. Vélez perdió sobre el final 3 a 2 contra Flamengo en el Amalfitani.

William Arao, Gabriel Barbosa y Georgian De Arrascaeta convirtieron para el conjunto carioca, mientras que Lucas Janson, de gran partido, anotó dos veces para el conjunto de Liniers.

En el once que colocó Rogerio Ceni en cancha, incluyó un solo jugador destinado pura y exclusivamente a la marca: Gustavo Henrique, segundo marcador central. El otro zaguero fue William Arao, habitual volante central de buen pie. En el medio jugaron Gerson y Diego, ambos de creación, y en los laterales jugaron Filipe Luís y Mauricio Isla, ambos con mejor ida que vuelta.

El equipo de Rio de Janeiro salió con esa impronta a atacar y casi no contempló el poder ofensivo rival. El local intentó en los primeros instantes disputar el dominio de la pelota. Pero, al no poder, se replegó con muchísima concentración en cada detalle para intentar cortar los peligrosos ataques rivales y ser directo en cada ocasión de la que dispusiera.

En ataque, el Fortín aprovechó la línea de 5 para poner a jugar a Francisco Ortega a la altura de Isla y con Thiago Almada y Lucas Janson le ganó la espalda a los volantes rivales. A los 21, el local cortó y generó un ataque sólo con tres hombres, pero aún así, convirtió. Janson condujo y ante la diagonal de Juan Martín Lucero se la tocó y fue a buscar.

El ex delantero de Independiente enganchó, dejó brillantemente en el camino a Gustavo Henrique y se la tocó atrás a Janson que entró solo al borde del área y definió fuerte abajo. A partir de ese tanto Vélez creció en la cancha y el Mengao entró en cierto apuro y nerviosismo impropio de la experiencia de sus futbolistas.

Poco generó el conjunto carioca hasta los últimos tres minutos del primer tiempo. Pero, de repente, la jerarquía del conjunto brasileño, junto con un poco de fortuna y una desconcentración del conjunto de Liniers apareció de golpe.

Tras un córner mal ejecutado, la pelota derivó en Gerson, que en vez de terminar la jugada con un pelotazo a cualquier parte, amagó a patear, se tomó todo el tiempo y encontró al único jugador de Flamengo que quedaba en el área: William Arao, completamente solo. El volante devenido a defensor definió bien por abajo ante la salida de Lucas Hoyos. En lo poco que quedaba, los brasileños tuvieron una más para ponerse en ventaja que Everton Ribeiro definió apenas afuera.

En el arranque del segundo tiempo, Vélez recuperó el control del juego y rápidamente lo reflejó en el resultado. En un tiro de esquina, Lautaro Giannetti ganó con enorme autoridad por detrás de todos y en el primer palo llegó para empujarla nuevamente Janson, la figura de Vélez.

El ex Tigre no solo fue el mejor por los dos tantos que marcó sino porque fue quien más entendió dónde colocarse para complicar al rival. Cambió su habitual desequilibrio individual por las bandas por una conducción precisa y con buen ritmo en la clásica posición de enganche.

Pero, otra vez, el campeón de la Libertadores 2018 empató sin necesitar demasiado de la creación colectiva. Georgian De Arrascaeta le dio aceleración a una pelota que parecía insignificante con un taco y Gabriel Barbosa giró con un caño contra Giannetti, se metió en el área y llegó a puntearla ante la salida de Hoyos para que este le cometa penal. El propio “Gabigol” convirtió desde los 12 pasos tras esperar pacientemente el movimiento del arquero.

A 10 del final, cuando el conjunto de Mauricio Pellegrino parecía un tanto diezmado físicamente, Flamengo encontró la ventaja. De Arrascaeta sacó un zurdazo descomunal desde la puerta del área y puso la pelota en un ángulo.

Era el momento de mayor constancia del Fla en el partido. Para colmo, a falta de tres minutos Federico Mancuello que recién había ingresado se fue expulsado. El ex Independiente fue mal de atrás sobre Gabriel Barbosa, aunque no pareció impactar tan violentamente como sugirió por la vehemencia con la que fue.

El equipo rojo y negro cuenta con futbolistas de absoluta élite que no necesitan regularidad para cambiar el partido. Con un toque o una aceleración pueden modificar la historia de un encuentro, que como este, no los favorecía.

Vélez, con un funcionamiento colectivo superior, chocó contra un seleccionado sudamericano de talento y ritmo casi incomparable. La derrota duele por la localía y porque lo obliga a llevarse puntos de Ecuador en el encuentro ante Liga de Quito del próximo martes.