El grupo de Vélez en la Copa Libertadores es difícil. Y más difícil aún fue el fixture que le tocó: debutó con derrota contra un candidato como Flamengo y en la segunda fecha debía ir a la altura a enfrentar a Liga de Quito. Incluso con ese panorama complejo, arrancó del peor modo posible. Perdió 3 a 1 contra el conjunto ecuatoriano y prácticamente quedó sin margen de error para lo que viene.

Christian Martínez Borja en dos ocasiones y Matías Zunino convirtieron para el local. Pablo Galdames había puesto el empate parcial para el equipo argentino. La lluvia, que entre tantas especulaciones sobre los efectos de la altitud en los seres humanos suele considerarse un atenuante, pareció beneficiar a Vélez en el arranque.

Si bien a los 8 Jordy Alcívar sacó un misil desde la puerta del área y reventó el travesaño, el conjunto local no ejerció en la primera mitad el dominio que suelen ejercer los equipos que son locales en la altura.

El Fortín se mostró mucho más peligroso en un par de acciones de contraataque. Juan Martín Lucero, la única referencia tuvo varias acciones claras. En la primera lo cerraron y no llegó a definir y en la segunda tras una asistencia de Lucas Janson de cabeza cruzó el remate y se encontró con una buena reacción de Adrián Gabbarini que sacó con su pie derecho.

A los 12, en otro ataque rápido, Janson, de lo mejor de Vélez en la temporada, filtró un gran pase a Thiago Almada que definió de derecha con cara externa al segundo palo y convirtió. Sin embargo, el árbitro lo anuló por una supuesta posición adelantada que no existió.

En el origen de las transiciones, al equipo de Mauricio Pellegrino no lo presionaban y por lo tanto podía pensar cómo elaborar cada ataque. Sin embargo, a los 28 sin merecerlo, el equipo ecuatoriano convirtió de pelota parada. Tras un córner, Cristian Martínez Borja le ganó en el salto con claridad a Matías De Los Santos y metió un violento cabezazo contra el palo izquierdo.

Vélez continuó siendo superior pero en varias oportunidades falló en la definición. Lucero, especialmente, desperdició varias chances claras. Cuando el primer tiempo terminaba y parecía que el equipo de Liniers se iba con pura frustración, consiguió el empate.

A los 41, Tomás Guidara rescató una pelota que parecía que se perdía, la metió en el área, Lucero la bajó de pecho y Pablo Galdames de volea y con zurda la cruzó y venció a Gabbarini.

En la segunda mitad, Liga mejoró mucho. En los primeros 10 minutos tuvo su mejor rato en el partido. Otra vez, Martínez Borja, el mejor jugador del conjunto local, a los 9 del segundo tiempo, puso el 2 a 1. Recibió en el vértice derecho del área, enganchó hacia adentro y de zurda, a pie abierto, la puso con categoría en el segundo palo.

Vélez no convirtió cuando fue superior y el equipo dirigido por Pablo Repetto lo hizo cuando lo dominaban y muy rápidamente cuando estuvo mejor plantado en el encuentro. El Fortín se apagó y el local comenzó a crecer. Martínez Borja en cada movimiento con su potente estructura física complicó a la defensa.

A los 20, el goleador giró y pateó de media vuelta, el tiro rebotó en un defensor y la pelota le quedó a Matías Zunino que se apuró para definir ante la salida de Lucas Hoyos y convertir el tercero.

No hubo mucho margen para que los de Pellegrino levanten. Nunca volvieron a encontrar los espacios del primer tiempo ni a lastimar de la misma manera. En buena medida, porque la Liga hizo correr mejor la pelota y la perdió mucho menos.

Vélez, que integra un grupo complejo, se complicó con dos derrotas en los primeros partidos. Si bien caer ante Flamengo y ante Liga de Quito de visitante podía ser esperable, haber sumado cero puntos de seis posibles lo obliga demasiado a futuro.