El juez federal Rodolfo Canicoba Corral, que tramita una denuncia por una cámara oculta al empresario Leonardo Fariña, explicó que, en primera instancia, se deberá resolver la competencia y luego avanzar con la causa. Además, puso en duda la validez legal de la cámara oculta, al haberse hecho sin autorización judicial.

“Lo que vi es una persona que aparentemente se involucra en algo que no sé si es lavado... No sé si son operaciones ilícitas. No tengo elementos para juzgar si son operaciones ilícitas”, matizó el magistrado.

El juzgado a su cargo se encarga de la denuncia realizada por el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten luego de que el programa Periodismo Para Todos publicara una cámara oculta al esposo de Karina Jelinek. Otras cuatro denuncias fueron radicadas en distintos tribunales, pero más tarde, por lo que la Cámara federal deberá decidir a cuál de todos corresponde encargarse del tema, aunque se presume que le correspondería a Canicoba por una cuestión cronológica.

Una vez definida la competencia comenzará la investigación. Para ello, habrá que esperar que el fiscal pida la apertura de la instrucción. La definición de la calificación del delito es algo que se resolverá recién en una segunda instancia.

Canicoba recordó que la doctrina más amplia “habla de que las cámaras ocultas invaden una esfera prohibida y no serían válidas. Pero bueno, son cosas que habrá que resolver si hay planteos concretos y no puedo adelantar una opinión”, se excusó.

El juez admitió que la autoincriminación que realiza Fariña es una prueba fuerte pero recién a medida de que avance la investigación podrá analizar posibles hipótesis de otros delitos y de otros autores.