Información imprescindible para saber cómo fue el entramado societario y financiero del Caso Ciccone fue pedida a diversos países. El juez Ariel Lijo quien investiga al vicepresidente Amado Boudou por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública realizó -según fuentes vinculadas a la investigación- solicitudes de datos a Panamá, Estados Unidos y España, donde están radicadas sociedades que participaron del oscuro entramado del Caso Ciccone.

A Boudou se lo investiga porque se sospecha que se interesó, cuando era ministro de Economía, en ayudar al ignoto fondo The Old Fund para obtener un plan de pagos extraordinario de la AFIP, para quedarse con la empresa Ciccone Calcográfica.

En esa compañía desembarcó el abogado Alejandro Vandenbroele quien niega conocer al vicepresidente. Pero conoce a su amigo y socio José María Núñez Carmona. Y además, Vandenbroele, vivió, durmió, pagó el teléfono, el cable y el servicio de Internet del departamento e Puerto Madero propiedad de Boudou. Pero no se conocen.

La coartada para explicar la presencia de Vandenbroele allí es que el departamento fue alquilado por un argentino que vive en España y que es amigo de Vandenbroele: Fabián Carosso Donatiello. Un detalle Carosso Donatiello no pisa la Argentina desde el 8 de enero de 2009 y Vandenbroele vivió allí en 2010 hasta abril de 2011. El contrato de alquiler entre Boudou y Carosso Donatiello nunca apareció.

Los investigadores sospechan que Boduou y Vandenbroele tenían una relación y por eso uno desembarcó en la fábrica de hacer billetes en nombre del otro.

Pero no solo la relación personal y de negocios entre Boudou y The Old Fund está bajo investigación. También el modo en que se financió la compra. Es que The Old Fund era una empresa que casi no tenía giro comercial. Luego de casi un año de búsqueda frenética de un financista, el kirchnerismo halló al banquero Raúl Moneta quien, según explicó Vandenbroele, fue el que puso el dinero para la compra de Ciccone. El aporte se hizo desde una sociedad de Moneta situada en Panamá llamada Mayer Business Corp. Sobre esa empresa Lijo pidió datos a la justicia panameña.

Otro aporte de capital se hizo a través de la compañía European Advisory Panel con sede en Estados Unidos. Hacia allí partió el pedido de Lijo para tener detalles de esa sociedad. Hacia Washington salió otro pedido para saber más de la firma Fintech Energy que, junto al empresario –ex Aeropuertos Argentina 2000- Ernesto Gutiérrez, tuvo durante algún tiempo parte de las acciones de Ciccone. Antes de la llegada de Boudou y su círculo de negocios.

Otros pedidos salieron hacia España. Allá tiene sede la firma Agroibérica que formaron en Madrid Vandenbroele y Carosso Donatiello. Y Lijo quiere tener la documentación oficial. Otra solicitud que marcha hacia Madrid es para conocer la información de la agencia antilavado española sobre Vandenbroele. La Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC) de España envió un informe sobre Vandenbroele a su par de la Argentina la Unidad de Información Financiera. Y Lijo quiere conocer el contenido de esa documentación porque nunca fue aportada al expediente.

El caso donde se investiga si el vicepresidente intentó favorecer a su entorno con la propiedad de Ciccone Calcográfica avanza. La imprenta, luego del escándalo, se expropió en nombre de la “soberanía monetaria”.