La Cámara de Casación de la provincia de Buenos Aires confirmó las condenas de los rugbiers de la localidad de Zárate por el asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell el 18 de enero de 2020.

Hace cuatro años, Fernando Báez Sosa fue brutalmente golpeado a la salida del boliche LeBrique mientras disfrutaba de sus vacaciones con amigos en Villa Gesell. Tras un juicio oral en Dolores, ocho rugbiers fueron condenados por el crimen, determinando el rol de cada uno esa noche fatídica.

Maximiliano Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi fueron sentenciados a prisión perpetua como coautores del delito de "homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves".

Los hallazgos de las pericias de ADN y escopométricas revelaron detalles clave sobre la participación de cada rugbier en el crimen. Máximo Thomsen, por ejemplo, fue identificado por la huella de su zapatilla en el rostro de Fernando. Ciro Pertossi buscó información sobre el crimen en Google y en su ropa se encontró sangre de la víctima. Luciano Pertossi fue visto golpeando a Fernando cuando ya estaba en el suelo. Enzo Comelli fue identificado por testigos y videos atacando a la víctima. Matías Benicelli tuvo contacto directo con Fernando, como lo demostraron los hallazgos de sangre en su ropa.

Ayrton Viollaz fue condenado a 15 años de cárcel por su participación en el ataque a los amigos de Fernando, mientras que Lucas Pertossi recibió la misma condena por golpear a los amigos de la víctima y filmar el crimen. Blas Cinalli fue condenado a 15 años de prisión tras encontrarse su ADN en el cuerpo de Fernando.

La confirmación de las condenas por parte de la Cámara de Casación refuerza la justicia impartida en este caso tan trágico que conmocionó a la sociedad argentina.