"Creo que la pena perpetua es inhumana, tendría que ser abolida". Así opinó Roberto Carlés , el candidato de Cristina Kirchner para cubrir la vacante de Eugenio Zaffaroni en la Corte Suprema, durante una entrevista con el periódico oficial del Vaticano, L' Osservatore Romano.

"Para algunos teólogos es ilógico pensar que sea punido con la eternidad un hecho cometido en el espacio y en el tiempo. Yo opino que por más grave que haya sido la conducta, después de 20 años del hecho, la persona ya no es la misma", señaló Carlés.

"El Papa ha lanzado un mensaje muy fuerte y valiente que, espero, pueda ayudar para acelerar el debate público acerca de la abolición de la pena perpetua", enfatizó el abogado penalista, que esta semana estuvo reunido con el Sumo Pontífice en el Vaticano.

Con respecto a la pena de muerte, Carlés sostuvo que a pesar de su disminución en todo el mundo "los números todavía son muy altos".

"En los países en los que aún está vigente la pena capital, hay serios problemas acerca del respeto de las normas y estándares internacionales, en especial por la limitación de la pena de muerte únicamente para los delitos más graves, la inaplicabilidad para los menores de edad y la garantías para un justo proceso", indicó.

"La pena capital es incompatible con el respeto de los derechos humanos, desvaloriza la dignidad humana y el derecho de no ser sujeto a tortura y otros tratamientos crueles, inhumanos o degradantes", señaló Carlés, y destacó que "Francisco no podría ser más claro en sus pedidos" de rechazo a la pena de muerte. "Su carácter irreversible no permite revisión de las sentencias, llegando, en algunos casos, a la ejecución de personas inocentes. Esto sólo alcanza para quitarle cualquier legitimidad", insistió.
"La pena capital no impide la comisión de los delitos, no garantiza mayor seguridad, no realiza justicia ni compensa a la sociedad en su conjunto ni a las familias de las víctimas de un crimen", concluyó Carlés.