El ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, aseguró por Continental que los estudiantes secundarios que tomaron escuelas en las últimas semanas “lo viven como un entretenimiento” y “no se dan cuenta el mal que están haciendo”. El ministro de Educación subrayó que “no hubo falta de diálogo”, e insistió en que “la mayoría de los estudiantes no eligieron la toma”.

“No dialogaremos en medio de las protestas y los principales reclamos ya fueron resueltos. Nos pidieron que no reduzcamos la diversidad de títulos de la Ciudad y no lo vamos a hacer; pedían que no sacáramos Historia y Geografía de cuarto y quinto año y tampoco lo estamos haciendo; y la tercera es que los docentes no pierdan horas, porque así lo afirma una resolución mía del año pasado que dice explícitamente que ningún docente puede perder horas por la reforma curricular”, argumentó en Magdalena Tempranísimo.

Sobre la reducción de títulos, explicó que en la Ciudad "hay 158 porque la Capital nunca adhirió" a la reforma educativa de los 90, que homogeneizó las orientaciones, algo que el nuevo plan federal de reforma curricular pretende profundizar.

“No puedo demostrar que mientras 13 escuelas estuvieron tomadas, 1200 siguieron funcionando, no estoy logrando que se hable de la educación por lo positivo”, admitió Bullrich. Sobre los actos de vandalismo de cinco estudiantes en la iglesia San Ignacio de Loyola, el ministro subrayó que “parte de la educación es poner límites” y apuntó que es necesario “mejorar la calidad docente. Hay que evaluar si no estamos defraudando a los padres”, arguyó.