Esta semana, el Gobierno dispuso que los organismos de control del sector de comunicaciones elaboren un nuevo marco regulatorio y, de ser necesarias, medidas punitivas contra las empresas que no cumplan con un estándar aceptable de servicio en la telefonía celular. En los considerandos, cita como ejemplo la eventual “suspensión de la comercialización y activación de nuevas líneas y servicios”.

En treinta días, la Secretaría de Comunicaciones, que maneja Norberto Berner, dictará un reglamento para especificar nuevos los requisitos de calidad en la prestación de servicios.

Por Continental, Berner consideró que, durante la expansión de los últimos años “las empresas decidieron privilegiar su propia rentabilidad, lo cual no está mal, si no fuera porque lo hicieron a costa de perjudicar la calidad del servicio, algo que pudieron hacer, en gran medida, por la falta de competencia real”.

Por ello, manifestó su intención de exhortar a las empresas a que “compitan por la calidad del servicio y no sólo por el precio” en vez de cartelizarse. Entre las medidas que demandará la Secretaría se cuentan “empezar a publicar información respecto de la calidad del servicio que cada operador presta en cada lugar, de manera que los usuarios puedan hacer valer sus derechos”, así como “simplificar el sistema de portabilidad numérica, un gran paso que se logró implementar luego de un arduo trabajo, para empezar a empoderar a los consumidores”.

También se fortalecerá a la autoridad de aplicación “con mejor equipamiento y mayor capacitación, para que su personal pueda llevar a cabo los controles pertinentes”. Berner reflexionó que “la explosión de usuarios en la red, con ventas récords de smartphones y nuevas líneas, duplicando los valores que teníamos hace tres años, generó una situación que benefició a las compañías pero perjudicó a los usuarios”.