La presidenta Cristina Fernández le obsequió al papa Francisco un equipo de mate, en el marco del encuentro que mantenían en la residencia Santa Marta del Vaticano, mientras el Sumo Pontífice le regaló una Mayólica con la imagen de la Iglesia de San Pedro.

Tras saludar al nuevo Pontífice, Cristina le entregó un bolso con mate, bombilla, yerbera, azucarera y un termo, y luego les presentó uno a uno a los integrantes de la comitiva que la acompañó. Entre otros, saludaron a Francisco el canciller Héctor Timerman, el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, y otros miembros de la delegación.

Por su parte, el Sumo Pontífice le obsequió a la presidenta argentina, que es la primera mandataria a la que recibe con su nuevo cargo, una Mayólica con la imagen de la Plaza San Pedro. Ambos se agradecieron por los regalos, y el sumo pontífice le dio un beso a la Presidenta en señal de agradecimiento, ante lo cual la mandataria aseguró: “nunca en mi vida un papa me había besado”.

“Era un encuentro privado entre ambos, y en estas cuestiones el protocolo es el que manda. Por lo que me han contado y lo que se ha visto en televisión ha sido muy respetuoso y muy serio entre ambos. Soy de los que creen que este papa va a ser mejor que otros, estoy convencido de que, aparte de lo importante es esta noticia para los argentinos, se trata de alguien capaz de iniciar los cambios profundos que necesita la Iglesia católica”, comentó por Continental el senador kirchnerista Aníbal Fernández, que integra la delegación oficial.

"En temas como Malvinas, Cromañón, la trata de personas, la drogadicción, hemos coincidido y es una persona que jamás tuvo pelos en la lengua", ponderó en La Mañana. “Quizás traiga un viento nuevo que va a ventilar los oscuros y cargados claustros clericales. Y que eso sería bueno para la Iglesia Universal, para el mundo y para la Argentina”, remarcó en La Mañana.

“Será un príncipe de la Iglesia con una extraordinaria capacidad de hacer política, abonando en la medida en que su investidura lo haga posible, la opción por los pobres. Es bueno para la Argentina que uno de los nuevos, y lo digo desde muchos costados, sea coronado Papa”, sostuvo el locuaz senador.

“Un Papa seguramente mejor que muchos otros Papas. Y además, argentino. No estoy diciendo que todos deberían estar orgullosos por esto. Digo que este jesuita, este sudamericano que abrazó la Doctrina Social de la Iglesia y seguramente abrevó en Conducción política, quizás traiga un viento nuevo que va a ventilar los oscuros y cargados claustros clericales. Y que eso sería bueno para la Iglesia Universal, para el mundo y para la Argentina”, argumentó.

Finalmente, Fernández admitió que “la presidenta tiene su fe intacta, pero quejosa” por el funcionamiento de algunos integrantes de la institución eclesiástica.