Uno de los condenados a cadena perpetua por el asesinato de Gonzalo Acro de la mano de los barra de River, conocidos como Los Borrachos del Tablón, se casó en diciembre en el registro civil de Marcos Paz con Samanta Farjat.

La relación lleva varios años a pesar de la condena de la Cámara de Casación Penal para Schlenker en el 2016, y juntos arman una defensa para que el Tribunal Supremo analice el caso, que según el acusado, no estuvo involucrado. “Si en dos años no revisan mi condena y me liberan, me mato”, expresó en una entrevista con Infobae.

La flamante esposa, Samantha Farjat, arrastra su pasado mediático como una testigo del caso Coppola y “la causa del jarrón”, donde se halló droga en la casa del ex manejador de Maradona, y no tardó en convertirse en un personaje conocido en los medios en los años 90. Farjat solicitó el “derecho al olvido” para desvincular su nombre de dicho suceso en los buscadores de la web.

Uno de los líderes de la barra de los Borrachos del Tablón, asegura que no participó en la organización del crimen de Acro, al declarar: “No estuve en el lugar, no hablé con el autor, no proporcioné el arma, no estuve en las reuniones previas de la barra. Es increíble esta condena. Además después de que la Cámara me confirmara la sentencia uno de los jueces de la sala, Gustavo Hornos, salió a hablar y se jactaba de que él resolvió el caso Acro, que lo habían matado en Núñez desde una moto, cuando fue en Villa Urquiza y Luna y Oveja (Rubén Pintos) bajaron de un utilitario. Lo que demuestra que jamás leyó la causa, sólo ejecutó una orden que le venía desde arriba, porque si la leía a mí me tenía que revocar la condena. De hecho la jueza Figueroa falló en minoría a mi favor, pero claro, había que condenar a los Schlenker aunque no tuvieran nada (…)".

Los recién casados mantuvieron la unión en bajo perfil, y se concentran en anular la condena de William, donde Farjat está en tratativas con dos abogados, con la estrategia de ofrecer nuevos testimonios que serán utilizados en conjunto con otros recursos para buscar la libertad del acusado, quien lleva nueve años cumpliendo el fallo en el Complejo Penitenciario Federal Número 2.

La justicia determinó la condena tras comprobar que William Schlenker estaba en el vehículo en el que se movilizaba su hermano Alan, también condenado y otros dos barras, la noche en que se cometió el crimen, además de hallar dos llamadas con los autores materiales en horas previas. A pesar que desde la interna de la tribuna afirman que William no tenía poder de decisión alguno en el paravalanchas dominado por su hermano y Adrián Rousseau, la condena quedó firme.