Aliia Roza, de 37 años, nació en la URSS y dice que se entrenó para convertirse en agente secreto en una academia militar cerca de Moscú cuando solo tenía 18 años. La relacionista pública afirma además, haber sido enviada a misiones cuando tenía poco más de veinte años para atacar a bandas de narcotraficantes y traficantes de personas antes de que la atacaran y tuviera que huir del país.