Durante el encuentro de la Unasur realizado en el Palacio Itamaraty de Brasil, el presidente argentino, Alberto Fernández, se reunió con su par de Venezuela, Nicolás Maduro, y le expresó su apoyo para que la 'República Bolivariana' vuelva a participar de foros internacionales. Acompañado por Santiago Cafiero, canciller argentino, Fernández enfatizó la necesidad de una vuelta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos -CIDH-.

Sobre el diálogo entre oficialismo y oposición dentro de Venezuela, Fernández apoyó la búsqueda de una salida política, 'de acuerdo a mecanismos institucionales y constitucionales que garanticen la plena vigencia de la democracia y de los derechos humanos'. El Gobierno argentino preconizó la elaboración de una hoja de ruta para garantizar el proceso electoral en 2024. 

Además, la representación argentina insistió en la necesidad de que se quiten las sanciones de otros países a Venezuela para que la salida política se dé ‘sin presiones ni condicionamientos externos’. Previamente, junto al presidente anfitrión del encuentro, Lula Da Silva, Fernández defendió el relanzamiento del bloque regional Unasur como un organismo multilateral regional para profundizar la integración económica, comercial, en infraestructura, producción, en lo político y en lo social. 

El documento de la cumbre definió que la Unasur vuelva funcionar pero “con mecanismos más ágiles” que eviten la toma de decisiones por unanimidad, sino por mayoría, para evitar la parálisis a la que llegó el cuerpo en su anterior etapa.