Muchos de los éxitos de Netflix vinieron de la mano de producciones que contaban la historia del narcotráfico latinoamericano con un ángulo que siempre provino de la óptica de los cárteles. Los ejemplos más acabados de este proceder son las tres temporadas de Narcos que narran la historia de Pablo Escobar y el cártel de Medellín y traslada la acción a México.

Esta serie de 6 capítulos se basa en la investigación periodística del 2017 (“Anatomía de una masacre”), de la estadounidense Ginger Thompson en el portal ProPublica. Este trabajo develó que en 2011, de acuerdo a testimonios y documentos, fue una infiltración indebida de la DEA la que desató una terrible masacre del cartel de los Zetas contra decenas de personas en la pequeña ciudad fronteriza de Allende, en el Estado de Coahuila.

“Somos” cuenta una historia que tiene como protagonistas Miguel Ángel y Óscar Treviño, dos narcos que lideraban al grupo de los Zetas. Un agente de la DEA persuadió a un miembro de ese cártel que le entregara unos números de teléfono para rastrear a los hermanos, pero cometió el error de compartir la información “con una unidad de la policía mexicana que por mucho tiempo ha tenido problemas con filtraciones de información”, explicó Thompson en su reportaje.

“Casi de inmediato, los Treviño se enteraron de que habían sido traicionados. Los hermanos planearon vengarse de los presuntos delatores, de sus familias y de cualquiera que tuviera un vínculo remoto con ellos”. Las autoridades hablaban de 28 personas muertas o desaparecidas, Thompson alcanzó a identificar 60, y las asociaciones de víctimas hablaban de 300. Somos se trata de todos ellos, los testigos de la masacre que desató la DEA.

La serie está producida por James Schamus (productor de “Secreto en la Montaña”), y un guion fue escrito tanto por él como por Mónika Revilla (escritora de “La casa de las flores”) y Fernanda Melchor, conocida sobre todo por su novela del 2017, “Temporada de Huracanes”, y cronista reconocida para retratar la crudeza de la violencia en México.

“Somos” se centra en los días previos a la masacre poniendo el eje en los habitantes de Allende que vivían sus últimas horas sin saber que una condena de muerte pesaba sobre sus cabezas o que iban a sobrevivir a una situación dramática e injusta. Una situación que los transformó en protagonistas en vida o muerte de una de las páginas más oscuras de México que fue silenciada y ocultada por el estado y la prensa.

Por respeto a los que fallecieron o fueron testigos de la masacre de Allende, la serie no se basa en personas reales, sino que los guionistas decidieron crear personajes desde cero utilizando varias de las anécdotas que recuperó Thompson en su reportaje. Tal vez, por esto último, es que el casting buscó actores no profesionales para algunos de los papeles principales en la búsqueda de retratar de manera más vívida la vida en los pueblos del norte de México. “Somos” es una serie dura y necesaria.

Nos enfrenta desde la pantalla con la realidad de personas que viven en un mundo diferente; un mundo en el que los narcotraficantes se alejan de la pintura a lo “Robin Hood” que algunos retratan. Un mundo de personas corrientes con vidas extraordinarias, que, a veces mueren, sin que parezca haber un motivo, salvo el de simplemente estar allí.

Hernán Pablo Méndez

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