Nació en Sunchales, una localidad agroindustrial del departamento de Castellanos, en la provincia de Santa Fe. Durante muchos años, Darío “Chino” Volpato integró el trío humorístico MIDACHI, junto a Miguel del Sel y Dady Brieva; la última vez que compartieron escenario juntos fue allá por el 2018. Se conocen de toda la vida, se regodearon y disfrutaron del éxito, agotaron localidades en todos los teatros donde se presentaron. El público sacaba entradas anticipadas para verlos. Nadie se quería perder el show, porque cada uno tenía un rol asignado y entre los tres se entendían a la perfección, se tentaban de risa y muchas veces debían retomar los sketches.

Sin embargo, un día decidieron cerrar una etapa y tomar distintos rumbos. Las diferencias respecto a las ideologías políticas también generaron tensión entre ellos cuando en algún programa de tele o radio iba la pregunta al hueso, sin embargo, la relación de amistad no llegó a agrietarse del todo, porque se respetan más allá de sus convicciones.

El Chino le dedicó más tiempo a sus emprendimientos en el campo, sigue desarrollando actividades turísticas, produciendo eventos y disfrutando más tiempo de su familia. Sorpresivamente, esta temporada de verano, Del Sel y Volpato armaron dupla para protagonizar el espectáculo “Miguel y Chino en banda”, en el Teatro Holiday 1, de Villa Carlos Paz. Y están satisfechos de haber encarado el proyecto con todos los riesgos que corre cualquier productor teatral que apuesta al todo o nada, sin saber muy bien cómo va a reaccionar el público.

El Chino Volpato conversa con Alejandra Canosa con tono pausado y amigable y arranca contando la posta respecto de cómo fue el debut apenas arrancó el año.

"Si pudiera volver el tiempo atrás me gustaría conversar con mis viejos"

-La temporada empezó con muchas dudas. Creo que todo el país estaba en la misma respecto de si se podrían afrontar nuevos desafíos, hacer inversiones, viajar a Villa Carlos Paz y hacer temporada, donde hay tanta oferta teatral. Fue una gran incertidumbre. Después, imaginar cuánto público iba a llegar a la Villa y qué porcentaje del turismo iba comprar una entrada… Como suele ocurrir todos los años, para nosotros la temporada empezó el 10 de enero, al 50 por ciento de la sala y fue creciendo con el transcurrir de los días.

-Ganaron el Premio Carlos como “Mejor espectáculo humorístico musical” y el santafecino Mauricio Jortack se alzó con otra estatuilla como “Mejor labor humorística”.

-Sí, el premio también ayudó para consolidar el espectáculo y el boca en boca tiene peso propio, la gente recomienda y eso vale doble. Por más que muevas las redes sociales y hagas publicidad, si el espectáculo no funciona no hay manera de remontarlo. Por suerte pudimos recuperar a Jortack, que tiene un talento increíble, es un muy buen imitador y monologuista y en este espectáculo interactúa con Miguel y conmigo. Imita a Charly García en dupla con la imitación de Mercedes Sosa que hace Miguel. Lo genial de todo esto es que nos divertimos mucho haciéndolo y seguimos hasta el sábado 2 de marzo con una banda de músicos increíble, Idania Dowman, Richard Laffite y Maxi Chavarría.

-¿Cuál es el mayor atractivo de Villa Carlos Paz para hacer temporada?

-Creo que tiene algo muy diferente a Mar del Plata y es la cercanía con la ciudad de Córdoba, entonces el público cordobés busca buena gastronomía y pasar la noche en un hotel, y otros evitan un gasto si es que les interesa solo ver algún espectáculo de la cartelera. Es muy común que lo hagan y después de la función algunos regresen a sus casas porque están apenas a veinte minutos de auto. Esto nos beneficia a todos cuando la temporada viene floja o hay escasez de plata porque copan la taquilla los que por inercia ya vienen aceitados como “Gordillo”, que lo conocen en la Villa porque hace muchos años viene haciendo buenos espectáculos. También le va muy bien a Florencia Peña en el Luxor y nosotros no nos podemos quejar.

-¿Van a presentar el espectáculo en la cartelera porteña o hay posibilidades de que hagan una gira?

-Nuestro objetivo es hacer una gira por todo el país, países limítrofes y quizás, Panamá y Estados Unidos. Nos gustaría hacer al menos dos shows grandes en Buenos Aires y sería genial en el Teatro Ópera, pero para en 2025, para hacer una temporada más larga.

-Hace tiempo que dejaste de ser “el tercer Midachi” ¿Cuándo sentiste que esa etapa estaba terminada?

-Creo que el tiempo va modificando liderazgos por decirlo de alguna manera. Tanto Dady como Miguel fueron tipos que rompieron los esquemas, siempre han batallado sin ninguna red y son lo que son porque se la jugaron naturalmente, y artísticamente lo pudieron demostrar. En mi caso, quizás de manera más silenciosa, pero también arriba del escenario y, si bien no soy humorista, juego a cantar, a darles los pies que necesitan los muchachos. La gente que me conoce sabe que durante mucho tiempo me he dedicado a producir los espectáculos y lo sigo haciendo, coordinar las áreas que tienen que ver con el armado desde cero, desde lo musical, el guión, lo estético. Todo eso no sólo demanda tiempo creativo sino ser minucioso en cada uno de los detalles que exige el show. En este espectáculo todo salió genial porque nos dedicamos de lleno para que nada fallara. Con respecto a mi rol en el escenario, seguiré siendo el número 3 de MIDACHI y el número 2 en “Miguel y Chino en Banda” porque lo disfruto mucho.

"Si pudiera volver el tiempo atrás me gustaría conversar con mis viejos"

-¿Cómo sos a la hora de tomar decisiones? ¿Hacés terapia o preferís conversar con amigos?

-Pareciera ser que el tiempo y la experiencia debería darnos más tranquilidad y seguridad para tomar decisiones o asumir ciertos riesgos. Pero sin lugar a dudas, creo que tiene que haber un cierto grado de inconciencia, de cierta adrenalina que te lleva quizás a lugares donde no tenés todo definido ni seguro. Si alguien hubiera pensado que MIDACHI, tal como surgió, podría haber llegado a lo que finalmente fue, no sé cómo hubieran sido las cosas. A medida que avanzás en el camino, andando en la ruta, aprendiendo los códigos de este negocio, vas acomodando las ideas y de a poco lo lográs. La toma de decisiones no es tarea fácil, nos la pasamos pensando qué y cómo hacer, a veces la pegás y otras, das dos pasos hacia atrás.

-¿Cómo te definís artísticamente?

-Soy un productor nato, aprendí a armar espectáculos, no sólo con MIDACHI y el que estamos haciendo ahora, sino también con otras obras con las que vengo trabajando en simultáneo, a veces con éxito y otras con fracaso, pero así son las reglas del juego. Me seduce pensar qué va a suceder en el escenario sin limitaciones, pensar en que todo se puede hacer en el escenario porque es un juego y la gente que saca una entrada también está dispuesta a jugar.

"Si pudiera volver el tiempo atrás me gustaría conversar con mis viejos"

-Por sí o por no, ¿pasaste los 60 años?

-Sisisi, tengo 62. Estoy pasando un momento muy lindo tanto a nivel familiar como profesional, tengo seis nietos y los disfruto mucho. Trato de estar con ellos todo lo que puedo.

-¿Cómo es tu relación con Dady y con Miguel?

-Tenemos una relación de amistad de muchos años y nos conocemos mucho por la cantidad de tiempo que hemos compartido y convivido. Cuando queremos conversar de algo sólo basta una llamada telefónica. Con el tiempo y más allá de las diferencias, nos respetamos, tengamos virtudes para destacar o sobresalgan los defectos. Nos criticamos cuando consideramos hacerlo, pero los tres tenemos personalidades fuertes y bien definidas.

-¿Sos futbolero?

-Soy hincha de Libertad de Sunchales, he jugado al básquet ahí toda mi vida y también de Boca, aunque no voy mucho a la cancha y siento que cuando veo que hay un equipo que anda bien, me entusiasma y me engancho, pero no soy fanático.

"Si pudiera volver el tiempo atrás me gustaría conversar con mis viejos"

-¿Tenés algún hobby o pasatiempo de disfrute a pleno?

-Me gusta hacer asados, compartir en familia y estar la mayor cantidad de tiempo con ellos. También disfruto mucho de viajar, cosa que hago seguido y pasar buenos momentos con amigos entre asados y guitarreadas muchas veces. No tengo muchos amigos, pero sí los necesarios a los cuales recurrir cuando necesito hablar de algunas cosas que me suceden. El problema que tengo es que no puedo cultivar la amistad de todos los días por la demanda de mis actividades, pero nos está pasando a todos. Hoy nos salvan los grupos de whatsapp y estamos conectados; no sé si está bien o mal, pero es lo que nos toca vivir en estos tiempos.

-¿Qué pensás de esta Argentina que duele? ¿Por qué creés que muchas veces los políticos no cumplen con lo que prometen?

-Argentina tiene miles de problemas y otro tanto de soluciones también. Creo que en el fondo depende de nosotros porque somos los que elegimos y, por ejemplo, como en el caso de Miguel, quien tomó parte de la política activa y hay que reconocer el esfuerzo que demanda estar en el foco del problema, que te critiquen. Estamos acostumbrados a generalizar y pensar que todo lo que hacen los políticos está mal. Obvio que, sin lugar a dudas hay cosas que ofenden, entristecen y se podrían hacer de otra manera. Estamos en proceso de cambio y me parece interesante lo que están proponiendo, que hay un poco más de oxígeno del que había. Nos estamos dando cuenta de una cantidad de errores que se cometieron y dejábamos pasar o por alguna razón no queríamos solucionarlos por temor al cambio. El cambio está empezando y tenemos muchos inconvenientes a la hora de aceptarlos, lo único que deseo es que salgamos adelante. Sería bueno que los políticos que se involucren lo hagan desde el corazón.

-¿Sos un tipo feliz? ¿Cuántos años hace que estás en pareja?

-Estoy casado con Mirtha hace 37 años, es una gran compañera y juntos disfrutamos esta temporada de teatro. Es una madre ejemplar. Tengo que hablar bien porque la tengo al lado

-¿Si pudieras volver el tiempo atrás con quién tendrías una linda charla sin tiempo?

-Uy, qué lindo sería. Si pudiera volver el tiempo atrás me gustaría conversar con mis viejos. De solo pensar las cosas que quizás hubiera querido hablar con ellos y no pude o no encontré el momento... son pensamientos que a veces te dan vueltas en la cabeza y no se pueden solucionar, más allá de entender por qué no sucedió. Mis viejos fueron los pilares de lo que soy hoy, les pude agradecer en vida y los ayudé en todo lo que estuvo a mi alcance. Seguro están orgullosos de mi hermano y de mí, pero no estaría mal volver a compartir un asado con ellos.