El fiscal federal Guillermo Marijuán pidió ayer que se investigue si su colega César Augusto Troncoso fue víctima de espionaje por parte de una empleada de la Procuración General de la Nación que accedió de "manera no autorizada e ilegal" a información de su computadora laboral, a través del sistema informático FISCALNET.

Ante la repercusión que tuvo el tema, Romina Pzellinsk (la acusada) salió a desmentir la información y aseguró que "la denuncia de espionaje es totalmente inconsistente y un artilugio defensista (de Troncoso) porque está siendo sumariado".

En ese sentido, la empleada de la Procuración recordó que el fiscal se encuentra bajo la lupa desde 2013, por su actuación en causas de violencia de género a ´partir de una denuncia que realizó lajueza Wilma López por una causa puntual contra policías que violaban a dos niñas adolescentes y las explotaban sexualmente".

En el marco de esa causa -señaló Pzellinsk en declaraciones radiales-Troncoso "dijo que se trataba de una situación social y que esa causa debía archivarse".; para la funcionaria, "claramente la actuación del fiscal, en esa como en otras causas, va en contra de las obligaciones que tiene un estado que firmó tratados. Es un accionar discriminatorio, un accionar misógino".
Para cerrar el tema, al menos en lo mediático, Pzellinsk juró que "no hay ningún ingreso indebido a ninguna computadora, no es una acción de espionaje". Y apuntó que "no hay ninguna orden de espiar a los fiscales".