Si bien confiesa no ser tan divertido en la vida real, lo cierto es que quienes disfrutamos de sus imitaciones estallamos de risa cada vez que aparece en un programa de televisión, en la radio o bien cuando despunta el vicio del humor sobre las tablas imitando a un sinfín de personajes de la política o del mundo del espectáculo.

A los 39 años, Ariel Tarico disfruta de un presente incomparable, que supo ganarse por mérito propio en el recorrido que inició en su Santa Fe natal y cosechó en su Buenos Aires querido. Suelen apodarlo el hombre de las “mil voces”, pero lo más destacado es la calidad más allá de la cantidad de personajes que va sumando a la lista. Es un apasionado de su trabajo, le dedica muchas horas del día hasta encontrar el tono ideal con gestos y características que hacen gozar a su público.

Amigable y querible, conversar con él en la mesa de un bar es una experiencia increíble porque salen sus adorables criaturas que le va pidiendo la gente que lo cruza por cualquier calle de Buenos Aires y a veces llega a su casa no sabiendo muy bien quién es… Tarico, Alberto Fernández, Mirtha, Milei, Luis Ventura, Duhalde, Fantino… Y así podríamos estar un rato largo.

Luego del éxito de "Vote 2023" en el Teatro Politeama, de Juan José Campanella, Tarico estrenó un nuevo espectáculo junto a David Rotemberg, músico, guionista y amigo, con quien viene trabajando desde hace varios años. Y en 2024 decidieron redoblar la apuesta con “Tarico on the Rotemberg: Sean de Termos y Mabeles”, un espectáculo en el que hacen catarsis repasando los 40 años de democracia, desde la Presidencia de Raúl Alfonsín hasta la actualidad.

“Es un espectáculo catártico porque además de repasar los 40 años de democracia y hablar de los distintos presidentes, lo que hacemos es indagar en nuestro pasado y revisar qué programas de tele miraban nuestros padres. Pensar en cómo nos influenciaron y nos atravesaron esos artistas que aparecían por ejemplo en los programas de Juan Alberto Badía. En el caso de David, está el plus de la música porque él tocaba en una banda en los 80 y, tiene muchas anécdotas de Charly García y de otros músicos. Por eso homenajeamos a todos esos personajes que nos marcaron y recurrimos a la emoción, y a lo que quizás muchas veces los humoristas evitamos, las lágrimas”, define Tarico.

-¿Cómo surgió el nombre del espectáculo? Me intriga lo de “Termos y las Mabeles”.

-El nombre surgió luego de una reunión con Juan José Campanella, nuestro asistente Nico Valenzuela, Claudio Cabré y Camilo Antolini, que es el director. Arrancamos tirando nombres tipo tormenta de ideas, los compartimos en Instagram a modo de encuesta y quedó ese. “Sean de Termos y Mabeles” es como un homenaje al Himno Nacional y al público que nos sigue: los termos, que son mis fanáticos de cuando estaba en la FM o me escuchaban con Néstor Ibarra y las “Mabeles”, que son los que miran TN y están muy activos en redes sociales y que son las señoras que llevan al marido al teatro a la rastra. El título es un homenaje al público que nos sigue a full.

¿Cuáles de los presidentes te resultaron más complicados a la hora de imitar y cuáles los más fáciles y divertidos?

-El más difícil fue Eduardo Duhalde; en cambio Mauricio Macri y Néstor Kirchner, de los más divertidos. Cristina no es de los que mejor me sale, pero igual la hago cada tanto y mucho más ahora que tiene un tono entre bebotera y cheta. Hoy, con la tecnología es genial porque la gente de “Mundo loco” -que en su momento hizo la animación de la peli “Metegol”-, realizó los bustos de las figuras que van apareciendo en la pantalla, les dan vida y dicen cosas.

"Creo que los imitadores somos observadores y en la vida somos más callados"

-Estamos en un momento de ebullición total y el Presidente Javier Milei es un personaje en sí mismo. Tiene dos muletillas que no fallan a la hora de imitarlo: "Digamos" y "o sea". ¿Qué destacás de su personalidad y cómo lo ves?

-De la personalidad de Milei, lo que rescato es que de repente está tranquilo y de golpe, estalla. Eso pega mucho en el público y es muy divertido porque además lo hago cantar. Todavía estoy moldeando el personaje, lo estoy conociendo, tendrán que pasar unos meses para tener completo el muñeco, como les digo yo a los personajes en construcción. Siempre tengo que armar un muñeco aparte del personaje real, me costó sacarle el tono, al principio lo hacía sólo gritando y de a poco le fui encontrando la vuelta.

-La actualidad política te exige estar informado y actualizado 24/7 y sé que Ezequiel Mesa, junto con David Rotemberg, son el complemento perfecto para escribir los guiones. ¿Cómo es la dinámica entre ustedes?

-Es una dinámica muy libre porque con David somos socios hace mucho tiempo. A veces él me envía guiones y lo resolvemos en el momento, por ahí me está escuchando en la radio y lo tiro al aire o armo una producción y lo largo de una. Con Ezequiel estamos conectados porque tenemos un grupo de whatsapp con Sebastián Meléndez, que es el Jefe de producción de la sección Tarico Fake News de TN. Entonces, Sebastián tira los temas y Ezequiel los termina de redondear en una o dos carillas. Lo increíble es que a veces le propongo un personaje, le mando un audio con dos frases y él me arma los discursos como si me conociera. Nos manejamos de memoria.

"Creo que los imitadores somos observadores y en la vida somos más callados"

-Juan José Campanella monitorea todo desde Miami. ¿Qué sugiere a la distancia?

-Campanella siempre está atento, excepto cuando está metido de lleno en una grabación. Mira las funciones y aporta detalles que suman muchísimo; es decir, tiene otra mirada, privilegia lo estético, se preocupa por eso y siempre suma un diferencial.

-El humor político nos atraviesa en todo sentido ¿Con qué personajes la gente estalla de risa?

-Esta temporada me sorprendió cómo explotó el personaje de Carlos Melconian. También Juan Schiaretti, José Luis Espert, Hugo Moyano, que es un personaje que hago hace más de veinte años y sigue dando buenos resultados y el público aplaude a rabiar.

-Capítulo aparte para la imitación que hacés de Nelson Castro, que supera al original. Contame una de tantas anécdotas que debes tener con él.

-Me acuerdo de que cuando me llamaron para hacer la parodia en TN pensamos en que había que probarlo antes con el público. Por entonces, yo estaba haciendo funciones en el ND Teatro y quisimos darle una sorpresa al público. Empecé a imitarlo y Nelson apareció de golpe en escena, cosa que generó impacto en el público y la gente lo ovacionó. Después me ha pasado de invitarlo a un programa que yo hacía en La Rural y la gente no lo dejaba avanzar. Muchos lo esperaban con radiografías en la mano para que les diera el diagnóstico exacto al grito de “Dr. Necesito que sugiera un tratamiento porque tengo un dolor muy fuerte en la columna… y así varios con otros problemas de salud. Cuando hacíamos el pase con Chiche Gelblung en radio Mitre era muy divertido también porque Chiche le preguntaba si conocía a Belén Francese, escritora de rimas extraordinarias que estaba cerca de ganarse un Premio Nobel, y Nelson le respondía “¡No, no la conozco querido…!” Nelson hace muy bien el rol que hacía Javier Portales, porque es un gran partenaire.

-¿Es un mito que los imitadores no son tan divertidos fuera de los flashes?

-Creo que somos más observadores y en la vida somos más callados. En mi caso personal, quizás soy del grupo de los amargos.

-Del mundo del espectáculo, empezando por Mirtha Legrand, hay varios que te salen geniales y sé que Luis Ventura fue uno de los que más tiempo te llevó sacarlo.

-Sí, Ventura y Diego Armando Maradona me llevaron tiempo hasta que logré los tonos y características. Depende quién sea el personaje elegido puedo tardar días o meses en lograrlo y no tengo un método específico.

-¿Te pasó alguna vez que se te mezclaron los tonos y le pifiaste?

-Sí, me pasó, en un momento hacía el grito de Carlos Saúl Menem “síganme, no los voy a defraudar” y me salió la voz del Chaqueño Palavecino. A veces se me mezclan las voces porque son muchos.

-Venís de la época en la que no había cámaras en los estudios de radio. ¿En qué cambió la dinámica de trabajo?

-En esa época también hacía los gestos de los personajes. Recuerdo que cuando estaba en LT10 me preguntaban acerca de los gestos que hacía con la boca para imitar a Duhalde y me preguntaban por qué levantaba los labios si no me veía nadie. Sin embargo, necesito hacer los gestos para lograrlos. Hoy la gente puede ver los pases por Youtube y es un espectáculo en sí mismo.  

"Creo que los imitadores somos observadores y en la vida somos más callados"

-¿Hacés reuniones de amigos o familiares para pulir los personajes?

-En general los voy puliendo al aire. Por ahí tiro un borrador y los voy mejorando con la práctica, quizás con amigos y familiares lo comparto por audio de whatsapp, para que escuchen el tono del personaje y siempre alguno sugiere cosas.

-Imagino que cada tanto te juntás con amigos.

-Sí, por lo general me reúno con amigos y vamos a cenar después de la función si viene alguno a vernos, pero por mis rutinas tengo contadas estas reuniones, porque la dinámica del trabajo es intensa y de pura actualidad.

-¿De qué cosas de la vida disfrutás y en cuáles te considerás insoportable?

-Lo que más disfruto son los viajes, conocer distintos paisajes, hoteles. Me considero insoportable porque soy acumulador y me cuesta tirar cosas. Por eso en mi casa ya no saben cómo acomodar mis cachivaches que, por lo general, son revistas o diarios viejos.

-¿Qué humoristas o imitadores nacionales o extranjeros te gustan?

-Como humorista, me gusta mucho Gaby Acosta que es un genio y trabaja en la Rock&Pop y en Blender. De los imitadores, me gusta mucho Nacho Bulián, Milton Re, Iván Ramírez, Memo Senas… Con algunos de ellos comparto el sketch de Jorge Lanata. Laura Bruni me parece una gran actriz cómica y muy buena imitadora.

-¿Y de los extranjeros?

Carlos Álvarez de Perú, Carlos Latre y Raúl Pérez de España. El más grande, al menos para mí, es Jim Carrey.

"Creo que los imitadores somos observadores y en la vida somos más callados"

-Hace un par de años hiciste temporada teatral con Fátima Flórez. ¿Imita o satiriza a Milei?

-Sí, trabajé con ella y tiene una capacidad de trabajo increíble, es incansable. Creo que lo de Milei es más una caricatura pero es jugado hacerlo.

-Si pudieras volver el tiempo atrás, ¿con que artistas te gustaría pasar una tarde entre anécdotas, risas y rueda de café?

-Me encantaría soñar algo así con Alberto Olmedo, Juan Carlos Mesa y con Tato Bores.