Romina Hernández, embarazada de 5 meses, perdió la mano derecha mientras manipulaba una secadora, en un lavadero industrial. La cirugía de reimplante duró casi 4 horas, menos del tiempo convencional para no someterla en exceso a la anestesia. La bebe se llamará Alma Milagros.

El martes 10 de diciembre de 2013 Romina fue, como todos los días, al lavadero industrial del barrio Bernardino Rivadavia donde trabaja en Mar del Plata. Pero esa no fue una jornada laboral cualquiera: mientras estaba manipulando una secadora, el mecanismo de centrifugado comenzó a funcionar con su mano derecha adentro de la máquina. "Me desesperé y quise sacarla", contó. Pero pronto se dio cuenta que estaba trabada. "Hice fuerza y logré quitar el brazo, pero cuando miré sólo me quedaba el hueso", recordó.

Romina nunca perdió la conciencia, ni entró en pánico. Sus compañeros de trabajo la asistieron de inmediato, le hicieron un torniquete para evitar que perdiera más sangre y la llevaron al hospital Interzonal de Agudos "Dr. Oscar Alende" de Mar del Plata. La mano fue conservada en una bolsa con hielo, decisión que resultó determinante para que el reimplante se realizara con éxito.

La historia de Romina tiene, además, otros matices: la paciente, de 33 años, está embarazada de 5 meses, y en su condición una intervención larga y de alta complejidad tiene más riesgos. Así lo explicó el especialista en cirugía plástica reconstructiva, Ezequiel Escudero, en LA VUELTA quien aún continúa a cargo de la recuperación de la mujer, aunque actualmente se encuentra en un sanatorio privado, donde fue derivada a través de su ART.

"La situación era delicada por el cuadro en sí y por el embarazo, por eso sabíamos que teníamos que trabajar en tiempo récord para evitar someterla en exceso a la anestesia", dijo Escudero sobre la operación que duró poco más de tres horas y media. Y añadió: "Si bien en el hospital se realizan a menudo intervenciones reconstructivas muy complejas, hacía unos 20 años que no se reimplantaba una mano, y mucho menos en una paciente embarazada".

El procedimiento, en el que se unieron tendones, arterias y nervios, implicó además la reconstrucción de la estructura ósea, tanto de la mano amputada como de la muñeca. Asimismo, durante el post operatorio se realizaron todos los estudios correspondientes para evaluar la actividad fetal, con resultados normales. Romina espera una nena y ya no duda del nombre: se llamará Alma Milagros.

Según explicó, en la próxima cirugía se volverán a suturar los nervios, y dependiendo del estado en el que se encuentren, quizás se extraigan algunos de la pierna. "Habrá que esperar entre 6 meses y un año para que la paciente recupere la sensibilidad al tacto", precisó el cirujano, quien trabaja con un equipo integrado por el traumatólogo Matías Caracciolo y los residentes de Traumatología y Plástica Reconstructiva, Martín Lovagnini y Martín Salas, respectivamente