Comedores escolares de La Plata y Mar del Plata no recibieron este lunes la mercadería para afrontar el servicio alimentario de la jornada. La preocupante situación afectó a buena parte de los sesenta mil chicos que reciben esta ayuda en 130 servicios educativos del distrito. 

Las autoridades escolares están a la espera de que se destrabe cuanto antes el pago a los proveedores para que se normalice la provisión del desayuno, almuerzo y merienda para los alumnos, que también registró problemas en Tandil y Olavarría.

Según contó ayer Héctor Acevedo, titular de la Asociación Bonaerense de prestadores del servicio de comedores escolares, “hubo proveedores de La Plata que por cuenta propia y enojados por no poder cobrar deudas, resolvieron no enviar las provisiones a los colegios. Esta situación podría revertirse si mañana -por hoy- se efectiviza el pago en efectivo de unos 50 millones de pesos para saldar el 50 por ciento que restaba cubrir por las obligaciones de la Provincia con el sector correspondientes a junio”.

Por Continental, Marcelo Luzzi, vicepresidente de la Asociación Bonaerense de Prestadores de Servicio a Comedores Escolares y Afines (ABPSCEA), historió, por su parte, que al finalizar septiembre, los proveedores emitieron un comunicado para informar al Consejo Escolar de La Plata que debido a “la falta de pago de los meses adeudados, correspondientes a diciembre, receso de 2011, enero, febrero, abril, mayo, julio, agosto, septiembre y el 50% de junio del 2012, y a la ausencia de una comunicación oficial al respecto, se ha determinado que se suspende temporalmente la provisión de alimentos en todos los servicios de meriendas y comedor de las escuelas del distrito”.

En Magdalena Tempranísimo, enfatizó que, “en un largo proceso de negociación al que generosamente accedimos, se nos informó que nos abonarían la deuda acumulada al 30 de mayo con bonos emitidos especialmente, pero los tiempos que se manejan a nivel ministerial para la liquidación de los mismos, y más allá de la inquebrantable buena voluntad de los funcionarios, excede por mucho los tiempos reales que nosotros tenemos para cancelar nuestras obligaciones”.