Los 33 mineros chilenos que en 2010 estuvieron atrapados más de dos meses a 700 metros de profundidad pensaron en recurrir al canibalismo en los primeros días de su encierro, cuando estaban incomunicados, según uno de ellos. "Ésto era una suerte de quién caía primero, en eso estábamos, el que caía primero... los demás íbamos a llegar ahí, igual que los animalitos", relató Samuel Ávalos en un documental emitido el domingo por la noche por la Televisión Nacional (TVN) de Chile.

El reportaje, titulado "17 días enterrados vivos", fue producido por TVN en conjunto con la británica BBC y difundido a falta de cuatro días para que se cumpla el primer aniversario del rescate, que el 13 de octubre de 2010 acaparó la atención de todo el mundo.

En este nuevo documental se recuerdan las dos semanas posteriores al derrumbe ocurrido el 5 de agosto del año pasado en la mina San José, un periodo en el que los trabajadores permanecieron incomunicados y, en la superficie, nadie sabía si estaban vivos o muertos. Durante esos días de encierro, los mineros tuvieron que racionar la escasa comida que quedaba en el refugio y sobrevivieron con la ingesta cada 48 horas de dos cucharadas de atún en conserva, medio vaso de leche y media galleta.

Ya Mario Sepúlveda, el más popular del grupo de mineros, había admitido que contemplaron esa posibilidad en los primeros días, en que estuvieron totalmente aislados del exterior.