El dirigente social Ángel Verón, quien en septiembre fue golpeado en forma brutal durante una represión policial en Chaco contra manifestantes que reclamaban la construcción de viviendas, murió ayer lunes en un hospital donde era mantenido esposado pese a su estado de agonía. Estaba al frente del movimiento No al Desalojo que el 24 de septiembre cortó la ruta nacional 11, en las afueras de Resistencia, para reclamar al gobierno de Jorge Capitanich que cumpla sus promesas de entregar materiales para la construcción de viviendas.

Por Continental, Rolando Núñez, coordinador del Centro Mandela de Derechos Humanos, recordó a Verón como "una persona tranquila, moderada, con muchas convicciones. Tenía diez hijos y organizaba la construcción de viviendas populares". El Centro Mandela denunció en su página web que "el gobierno de Capitanich y su policía represora asesinaron a Ángel Verón a golpes por reclamar el cumplimiento de promesas electorales en materia de viviendas y trabajo".

El 24 de septiembre, fuerzas de seguridad chaqueñas reprimieron a un grupo de personas que se manifestaba en el kilómetro 997 de la ruta nacional 11. Según el movimiento social, allí fue perpetrada una "cacería humana contra integrantes de la organización MTD No al Desalojo. Se detuvo, entre otros, al dirigente Ángel Verón, quien fue sometido a una salvaje golpiza".

"La persecución duró varias horas, y en medio de la oscuridad, la policía disparaba a mansalva con balas de plomo contra los compañeros que intentaban escapar de la arremetida policial", aseveraron. Verón y su hermano, de nombre Rogelio, fueron perseguidos, golpeados en forma brutal y detenidos. Sus familiares supieron de ellos recién al día siguiente. "La esposa del Ángel ingresó a la sala en la que se encontraba hospitalizado y constató las heridas graves en el estómago que padecía el paciente, y según pudo contar un médico, el hombre ingresó al nosocomio desvanecido y con las tripas afuera", precisó uno de los militantes.