Desde la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines desalientan la compra de libros de textos en supermercados, polirubros, kioscos y otros, por considerar que son las librerías los comercios autorizados y con entidad para ofrecer este tipo de productos.

“El supermercado corre con una gran desventaja por la cantidad de artículos que vende, que son mínimos. El librero de barrio lo asesora y le hace comprar un producto en forma inteligente, es siempre la opción más aconsejable”, afirmó el presidente de la entidad, Daniel Iglesias.

Precios. “Si se configura una canasta de 50 o 60 productos, no hay ninguna duda de que en una librería se encontrará mayor variedad y mejor precio”, dijo.

“Ya pasó la época del ’90 donde el supermercadismo era la estrella de la película, hoy las empresas se cuidan mucho”, advirtió.

“Hay funciones que las grandes cadenas, por más poder de marketing que tengan, no las pueden cumplir”, subrayó Iglesias en La Vuelta.

“Hay intentos de cadenas de librerías, pero no es un negocio tan fácil. Hay que mantener un stock adecuado, saber sugerir y aconsejar”, dijo.