En una sesión eterna, en la que debían tratarse leyes clave como la del presupuesto 2015 para la Ciudad, ayer el PRO no consiguió los votos para tratar iniciativas como la prohibición de los trapitos y los limpiavidrios. O la rezonificación de un predio de Caballito para que IRSA pueda construir un shopping.

Los conflictos empezaron cuando el PRO insistió por cuarta vez en tratar un proyecto para prohibir la actividad de los cuidacoches y los limpiavidrios sin autorización legal. El proyecto, presentado el año pasado por los diputados Cristian Ritondo y Roberto Quatromano, esta vez fue impulsado por Carmen Polledo, la jefa del bloque macrista. Para aprobar la iniciativa, hacían falta 40 votos a favor.

Sin embargo, el PRO ni siquiera llegó a la instancia de la votación. Apenas 37 legisladores aprobaron tratarlo sobre tablas y hubo 21 votos negativos, por lo que el proyecto volvió a comisión. Y recién podrá volver a ser tratado el año próximo.

La polémica más fuerte se desató a raíz de un proyecto presentado sobre tablas por el PRO, que no pasó por ninguna comisión legislativa, para autorizar al Gobierno porteño a “realizar todos los actos, acciones y/u obra necesaria para concretar Objetivos del Plan Urbano Ambiental en materia de transporte y tránsito” y “suscribir convenios necesarios para ejecutar el Plan Quinquenal de la Agencia de Transporte Metropolitano”. Esta Agencia está conformada por Nación, Ciudad y Provincia y su fin es impulsar políticas metropolitanas de transporte.