El Parque Nacional Calilegüa es zona núcleo de la Reserva de Biósfera de las Yungas de la UNESCO y protege 76.306 hectáreas de uno de los ambientes de mayor biodiversidad de Argentina. Alberga la mitad de las aves del país y especies en peligro de extinción, como el yaguareté.

Al respecto, La Vuelta dialogó con la Coordinadora de la Campaña de Bosques de Greenpeace, Noemí Cruz, quien manifestó “la actividad petrolera de Parque Nacional no está permitida por ley y tras varias notas y protestas aún no hemos tenido ninguna respuesta de parte del gobierno, a quien pedimos que cancele los permisos, que se cierre el yacimiento y que los pasivos ambientales sean remediados”.

Comentó que “un caso concreto es el pozo Caimancito E3, que está en el límite del Parque Nacional, pero que derrama sobre el Arroyo Yuto son 200 mil litros de agua contaminada por día y entran al Parque Nacional y afecta a las comunidades que hacen uso de ese agua”.

Cruz señaló que “la contaminación y los riegos están admitido por la propia empresa que hizo un estudio de impacto ambiental que advierte que en caso de que haya un derrame de hidrocarburos, incendios, deslizamiento o derrumbes de tierra podría afectar a un área de 20 mil hectáreas, una superficie muy grande, equivalente a la Ciudad de Buenos Aires”.