Pese a que el país creció cerca del 9 por ciento en 2010, los “homeless” porteños no disminuyeron.

Son mil trescientas las personas en situación de calle en la ciudad de Buenos Aires, según el último relevamiento del Gobierno porteño.

Por Continental, la ministra de Desarrollo Social de la Capital Federal destacó que “el número de sin techo se mantuvo estable desde el año pasado”.

Explicó María Eugenia Vidal que “la búsqueda de trabajo es el motivo por el cual las personas dejan sus lugares de origen y vienen a la ciudad, donde muchos quedan en situación de calle”.

En Magdalena Tempranísimo, remarcó que “se aumentó el número de camas en los paradores”, y anticipó que “comenzarán a estar abiertos las veinticuatro horas para refugiar a los sin techo”.

Vidal detalló que “el 35 por ciento de los adultos son adictos al alcohol, mientras que los menores son en su mayoría víctimas del paco y la marihuana. También hay casos de patología psiquiátrica, como en todas las grandes ciudades”.

“El Ministerio hace desde diez años relevamientos anuales de la gente en situación de calle. Tenemos equipos de trabajadores sociales y psicólogos distintos. Lo que difundimos ayer fue el censo de adultos y familias. Este año hemos incluido preguntas del perfil de cada persona”, reseñó.

“También hay un nivel de consumo, de adicción muy alto, que es causa y es efecto”.

“Venimos trabajando desde el año 2008, aumentando la cantidad de profesionales que recorren las calles”. “Hemos incrementado la cantidad de camas que cada noche ofrecemos”.

“La calle genera la pérdida de hábitos de convivencia, la ausencia de límites. Esto, después, para revertirlo, requiere tiempo. Además de la escolarización, la idea es empezar a trabajar con ellos que la calle no es una elección (preferible)”, añadió.

En este sentido, reflexionó que “el problema es que ya la pobreza en la Argentina no es solamente problema de falta de ingreso, se van cruzando otras problemáticas que tienen que ver con la adicción, con la violencia familiar”.

Por último, aseguró que el Estado porteño tiene “un centro de tratamiento propio de paco en Bajo Flores. Tenemos otro en Villa Los Piletones. Y después tenemos dos centros más: uno en Flores y otro en Barracas”.