El torrente de agua que generó una crecida inusual del río Iguazú en Misiones comenzó a trasladarse al Paraná, con lo cual el paseo de las Cataratas fue reabierto hoy al público, mientras en el Litoral se preparan para recibir el caudal y declararon la emergencia hídrica en la ciudad de Santa Fe.
 
Pese a que la creciente comenzó el fin de semana no se reportaron hasta hoy inconvenientes por inundaciones, pero ante la descarga del agua hacia el río Paraná autoridades de Chaco, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe implementaron operativos preventivos y de monitoreo para evitar anegamientos y programar acciones de asistencia.
 
En Misiones el nivel del río Iguazú comenzó a descender hoy, lo que permitió habilitar casi todos los paseos del Parque Nacional Iguazú, donde se encuentran las Cataratas, aunque permanecía cerrado el acceso a la Garganta del Diablo.
 
El tránsito por la ruta nacional 12 continuaba cortado en un tramo de 200 kilómetros debido al embalsado de los arroyos interiores que provocó el desborde del Paraná a la altura de las localidades de Jardín América, El Alcázar y Eldorado.
 
En la madrugada de hoy el nivel del Iguazú comenzó a descender a razón de 5 centímetros por hora, lo que alivió la descarga en el río Paraná, que a su vez tuvo un pico de creciente en el puerto de Posadas, que se encontraba en estado de alerta dispuesto por la Prefectura.
 
En ese marco, los gobiernos de Chaco y Corrientes activaron sus protocolos de prevención ante la inminente creciente del Paraná, ya que los pronósticos coincidían en que este fin de semana se registraría el pico de altura en ciudades ribereñas.
 
El coordinador de la Junta Provincial de Defensa Civil de Chaco, Rodolfo García, dijo que buscaban "adelantarse a posibles consecuencias previstas a partir del pico de la creciente, que llegaría al puerto de Barranqueras entre el domingo y el lunes".
 
El gobierno de Corrientes advirtió sobre un panorama "poco alentador", ya que los informes de Prefectura Naval y la Entidad Binacional Yacyretá pronosticaron una creciente aún mayor a la registrada a mediados del año pasado.
 
El secretario de Ambiente municipal, Félix Pacayut, indicó que "los extremos sur y norte de la ciudad son los sectores más vulnerables" de la ciudad ante una creciente.
 
En Santa Fe, el intendente José Corral declaró hoy la emergencia hídrica a causa de la crecida del río Paraná para tomar medidas preventivas, entre ellas un censo de las familias que viven en zona de riesgo y reforzar las defensas.
 
El director de Gestión de Riesgos comunal, Eduardo Aguirre Madariaga, explicó que "una crecida del río Iguazú impacta sobre el Paraná con importantes aumentos de caudales en la zona" y estimó que a Santa Fe "el pico de la crecida estaría llegando cerca del 25" de junio.
 
El gobierno provincial de Santa Fe también dispuso que personal de Protección Civil del Area de Operaciones del norte realice tareas de prevención de inundaciones, especialmente en los lugares bajos que pueden inundarse.