Son cinco hermanos de entre 6 y 14 años que fueron abandonados por sus padres y desde hace tres años viven en hogares para chicos. Tienen una historia triste y un deseo fuerte que le hicieron saber a la Justicia:no quieren que los adopten por separado. La Defensoría General de la Nación impulsó entonces una convocatoria pública porque ninguna familia se había postulado para adoptar a más de tres chicos. Menos, si no son bebés. Pero ese escenario complicado ya se disipó: 130 personas se pusieron en contacto ayer con la Defensoría Zonal de Niños, Niñas y Adolescentes del barrio de Palermo con la idea de sumarlos a todos a su hogar.

Es cierto que atendieron todo tipo de llamados. Gente interesada en saber en qué instancia está su pedido de adopción, personas que quisieron solidarizarse con los chicos y preguntar si necesitan algo. Otros que buscaban información acerca de qué documentación debían presentar. “Pero concretamente por el caso de los hermanitos recibimos 70 llamadas y 60 correos electrónicos. Los ofrecimientos vienen de distintos lugares del país, señala en su edición de hoy Clarin.

Hay familias de Corrientes, Puerto Madryn. Entre Ríos y también de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad ”, contó Guadalupe Tagliaferri, a cargo del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes porteño.

A cada persona que se comunicó con la intención de realizar la adopción conjunta se le pidieron datos personales y de contacto. Es el primer paso de un largo camino. Ahora un equipo técnico del Consejo realizará las entrevistas (que pueden ser más de cinco) y los informes socioambientales de cada caso para evaluar la idoneidad y capacidad de las familias solicitantes. Quienes quieran adoptarlos también tendrán que armar una carpeta que consiste en juntar documentación que acredite su aptitud, como antecedentes penales, certificado de trabajo y acta de matrimonio, si la hubiese. “Una vez confeccionadas las carpetas se enviarán al juez, quien finalmente elegirá a la familia adoptiva de estos chicos ”, agregó Tagliaferri.

El magistrado también decidirá los plazos de vinculación y cuándo será el mejor momento para formalizar la convivencia. Esto puede tardar varios años. Laura Solla y Hugo Morinigo, por ejemplo, esperaron 27 meses hasta que en 2009 lograron finalizar el trámite de adopción de Victoria y sus tres hermanos, Vicente, José y Marcelo. En esa “aventura” invirtieron ahorros, sueldos, vacaciones y licencias. Hoy viven los seis en Ituzaingó.

La Defensoría sigue atendiendo postulantes en el teléfono 4829-1256 o por e-mail en defensoriacomuna14@buenosaires.gob.ar. 

Son tres nenas y dos varones que hoy viven en instituciones diferentes, pero que cada vez que se ven vuelven a afianzar su deseo de crecer en la misma casa.