El informe de drogas de Barack Obama al Congreso de los Estados Unidos estimó que setenta toneladas de cocaína fueron exportadas desde la Argentina en el término de un año y que el consumo ha crecido “en proporciones alarmantes”.

No obstante, el informe aclara que “el Gobierno argentino no alienta la producción ilícita o distribución de estupefacientes ni el blanqueo de capitales procedentes de transacciones de drogas ilegales”, sino que atribuye la ineficacia a “la falta de cooperación entre las policías Federal y provinciales”.

Además, el informe excluye a la Argentina de sus “análisis de país” y enfatiza que el país “no figura entre las jurisdicciones de “principal preocupación” para Estados Unidos en ninguno de esos rubros.

Aníbal Fernández les quitó entidad a los titulares escandalosos al precisar que, “en 2005, se hizo una encuesta en el país con siete mil quinientos casos y el año pasado con cincuenta mil casos, y las dos indican que el alcohol sigue siendo la adicción que va a la cabeza”.

Por Continental, el jefe de Gabinete detalló que, en drogas ilegales, lejos, “lo que más se consume es marihuana, que, junto con la cocaína, aumentaron en consumo desde 2005 un 1,5 por ciento”.

“¿Quién nos fiscaliza a nosotros: Naciones Unidas o Estados Unidos? Porque la Junta de Fiscalización de la ONU valora el esfuerzo de la Argentina para controlar el tráfico y el consumo de drogas ilícitas. Este informe es de la DEA. Hay quien dice en la Argentina que, si la DEA no estuviera en nuestros países, estaría en Illinois dirigiendo el tránsito”, minimizó.

En La Mañana, recordó que, “con Kirchner, creamos una comisión en el Ministerio de Justicia y luego la traje a la Jefatura de Gabinete. Son letrados que tienen un sentido hasta patriótico para elaborar estrategias en conjunto. Han partido resoluciones mías para solucionar el tema de incoordinación de datos históricos creando un registro”.

“No quiero hacer apología de la droga. El que es un adicto, quiero que se cure, no quiero que en un penal le sigan vendiendo. Pasa en todos los lugares del mundo y también en Estados Unidos. La Corte Suprema no legalizó nada, simplemente despenalizó un caso privado”, matizó.

“En la Argentina, sólo hay un 3 a 4 por ciento de adictos. Tan locos no estábamos cuando defendíamos esta situación. Veamos qué hacemos con la salud de ellos. Por eso se creó el Centro de Salud. Al tema de las adicciones lo vamos a atacar desde el lugar que corresponde, que es la salud”, recalcó.

Sobre el volumen del tráfico, especificó que “los productores, como Colombia, Perú y Bolivia, producen seiscientas toneladas anuales es el número que se maneja y se conoce de producción de países. De esas seiscientas toneladas, el 90 por ciento se reparte entre Estados Unidos y Europa. No desconozco que ese 10 por ciento restante se reparte en nuestros países, pero es una porción muy menor lo que se consume y trafica respecto de ellos. La frontera de los Estados Unidos, quizás la mejor cuidada con policía, satélites, es la que más consume”, rememoró.

“Nosotros tenemos los datos que da Naciones Unidas, que es quien nos fiscaliza. Como sabemos que España es un gran mercado, como Estados Unidos, lo que hicimos fue un convenio con España, que nos ha dado muchísimos resultados positivos (como el del narcoavión). Ellos se interesaron en hacer un convenio, pero Estados Unidos no”, alertó.

“Hoy, todas las antenas las tienen puestas en las drogas de diseño, las metanfetaminas. Por eso México prohíbe la producción de medicamentos en su país que tengan anfetamina o metaanfetamina. Todos los cárteles mexicanos, que son siete, se han reconvertido a traficar drogas de diseño. El Cartel de Sinaloa es el único que produce cocaína”, remarcó.

Para Fernández, “nos quieren hacer ver como si fuéramos la oveja negra de la situación y somos el último orejón del tarro, el resto lo consumen ellos”.

Añadió que “todos hablan de la radarización en la Argentina, los que tienen la boca grande. No vi a esos bocones al sacar la ley en el Congreso que establece la detección de aviones de acuerdo a la ley internacional. No se puede derribar a un avión. Hay que dejarlo entrar y seguirlo. No lo va a derribar, entonces la solución no la tiene”, argumentó Fernández.