Los delincuentes que le hicieron creen que tenían a su hija secuestrada y a los que les pagó con sus ahorros y joyas para la liberación de la supuesta víctima.

Los voceros explicaron que la jubilada escuchó llantos de una mujer y luego un hombre que le decía que era su hija, a quien habían "secuestrado en su auto" y la "iban a matar" si no pagaba por su rescate.

La mujer, creyendo que su hija era la que lloraba, accedió a las exigencias de los delincuentes y acordó pagar su liberación con dinero de sus ahorros y algunas joyas.

Según se informó, ordenada por los maleantes, la jubilada salió de su casa con una bolsa que contenía el dinero y las joyas y la dejó en la calle, tras lo cual pasó un auto con dos hombres que se llevaron el botín sin detener el coche.

Las fuentes indicaron que una vez adentro la jubilada llamó a su hija y descubrió que estaba bien, durmiendo en su casa.

El caso fue denunciado en la comisaría de Ciudadela, cuyos agentes analizaban las llamadas telefónicas y las cámaras de seguridad de la zona para localizar a los delincuentes.