La fiscal que investiga el crimen de Melina Romero, cuyo cadáver apareció el 23 de septiembre último a la vera de un río en la localidad bonaerense de José León Suárez, pidió la prisión preventiva de dos de los detenidos, en tanto que el pai umbanda apresado anoche fue indagado y se declaró inocente. A Joel Fernández (20), alias "Chavito", y a Elí­as Fernández (18), alias "Narigón", se les imputan los delitos de "homicidio criminis causa agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por femicidio en concurso real, y abuso sexual agravado" en el caso de Melina.

Para la fiscal de San Martín, María Fernanda Billone, los jóvenes abusaron de la víctima y la mataron para ocultar ese hecho, pero además considera que existió violencia de género. Además, la fiscal solicitó que ambos imputados continúen detenidos por la "privación ilegal de la libertad coactiva" de la "testigo clave" del caso. El pedido de Billone deberá ser ahora resuelto por el juez de Garantías Mariano Porto, quien de acuerdo al Código Procesal Penal bonaerense tiene cinco días para decidir si hace lugar a la medida.

Según las fuentes, la fiscal basó su pedido de prisión preventiva especialmente en la declaración de la testigo más importante que tiene la causa, en los resultados preliminares de la autopsia y en otras pruebas indiciarias que comprometerían a los dos imputados. En su solicitud, Billone remarcó el "grado de violencia" ejercido sobre la víctima, que fue golpeada y abusada por tres personas, y destacó que se encontraba en "estado de indefensión".

En base a los estudios complementarios, la fiscal cree que la causa de la muerte pudo ser la asfixia, aunque resta el resultado de los análisis toxicológicos y otros para seguir sumando pruebas. Por otra parte, esta tarde fue indagado el pai umbanda César Sánchez, quien fue detenido anoche en su templo por su presunta vinculación con el crimen, y declaró que no tiene ninguna relación con el caso ni conoce a los jóvenes detenidos por el homicidio.

Según explicó su abogado, Roberto Damboriana, Sánchez declaró detalladamente en la fiscalía lo que estuvo haciendo los días 23 y 24 de agosto pasados, cuando la víctima fue vista por última vez, y aportó una foto de una cena que compartió en el templo la primera de esas dos noches con seis personas más, cuyos datos y teléfonos dejó asentados en un acta. Dijo que ese sábado también fue a cenar a un restaurante en José C. Paz y después cuando regresaba con su camioneta KIA hacia su casa se le rompió, entonces fue a una remisería y volvió en un auto de alquiler.

Respecto de un Peugeot 504 cuya propiedad se le atribuyó al pai y en una foto de Internet aparece estacionado frente a su casa, Sánchez dijo que le pertenece a un vecino. Damboriana pidió que en la causa intervenga la Superintendencia de Delitos Complejos de la Policía bonaerense y que se utilice el sistema VAIC de entrecruzamiento de llamadas para ver si hubo comunicaciones o mensajes de texto entre los detenidos.

La chica de 16 años que es testigo clave declaró que el sábado 23 de agosto Melina fue al boliche "Chankanab" de San Martín y que, al amanecer del domingo, la pasaron a buscar en un auto viejo donde estaban la víctima, Joel, Elías, el adolescente de 16 años que también está preso en la causa y otro hombre que no conocía. La joven sostuvo que desde una semana antes, Joel le venía contando que estaban planeando "tener una fiesta con Melina y drogarla" y que vio que en el vehículo había pastillas en una botella, marihuana y cocaína.

La chica aseguró que en el auto fueron hasta un templo umbanda con los mismos jóvenes y que allí estaba un tal "César", a quien conocía como "pai" o "padre del corazón" del menor de los jóvenes. Relató que en la habitación de ese hombre tomaron alcohol, se drogaron y bailaron y que "César" "iba y venía" del lugar.

Según la "testigo clave", Elías y el menor empezaron a manosear a Melina, pero cuando ésta dijo que se quería ir, la retuvieron y "César" apareció con un arma en la puerta para impedirles el paso. En determinado momento, mientras estaban bailando, los tres jóvenes le sacaron la ropa a Melina, le pegaron y la violaron, mientras ella se resistía a los codazos.

"Melina no reaccionaba, respiraba lentamente, estaba inconsciente, como agonizando", aseguró la chica. Luego, siempre según la testigo, vio que ataron a Melina, le pusieron una bolsa en la cabeza cuando todavía respiraba y la colocaron en una bolsa para trasladarla en auto hasta el arroyo Morón, donde dejaron su cuerpo.