Los hermanos Juliá, detenidos en España por la causa del narcoavión, habían realizado tres vuelos previos con cargamentos de cocaína hacia ese país.

La Guardia Civil dejó pasar esas entregas para poder secuestrar el embarque mayor.

Los investigadores secuestraron cinco teléfonos celulares en los que figuraban mensajes de texto con detalles de la operación.

También tenían números de teléfonos ya identificados, que pertenecerían a las personas que cargaron los novecientos cuarenta y cuatro kilos de cocaína en la Base Aérea de Morón.

La carga pertenecería al Cartel del Valle, una organización colombiana dedicada al tráfico de drogas con laboratorios para procesar estupefacientes en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, a donde los tres detenidos realizaron viajes en los últimos meses, informó por Continental Gustavo Carabajal.

“No quedan dudas que la droga se cargó en Morón y Argentina fue utilizada para recibirla de Bolivia”, señaló el periodista de La Nación en Magdalena Tempranísimo.