Los investigadores buscan a otros dos sospechosos por el crimen de la joven Melina Romero. Habrían participado desde el momento en que la subieron a un auto a la salida del boliche de San Martín, en el ataque y en el traslado del cuerpo. Uno sería el conductor de un auto, de color oscuro, en el cual habrían introducido por la fuerza a la víctima. Habría “imágenes del vehículo que no son muy claras, pero que pueden dar una orientación”. Otro de los ahora buscados aparece en una escucha telefónica incorporada a la causa. “Su voz no se parece a la de ninguno de los detenidos”, evaluaron las fuentes.
 
Con la nueva información incorporada a la causa, Marcelo Biondi, abogado de la familia Romero, dijo que se presume que “Melina fue trasladada desde las inmediaciones del boliche Chankanab hasta una casa que fue una escala previa, en la localidad de Villa Bosch”. Con posterioridad la habrían llevado al domicilio de la avenida Perón, donde se habría producido el desenlace presenciado por la testigo de 17 años.
 
“En un momento, ella se niega a tener sexo y se quiere sacar de encima a uno, otros dos empiezan a golpearla y los tres, cuando ella estaba inconsciente, la someten sexualmente”, dijo el abogado, tomando en cuenta aspectos hasta ahora desconocidos de la declaración que hizo en su momento la testigo clave. “La pusieron en las bolsas con piedras y la arrojaron al arroyo, pero como no cayó directamente al agua, tres se bajaron a empujar el cuerpo y a ponerle más piedras”.
 
La fiscal del caso, María Fernanda Billone, recibió la declaración de una nueva testigo que confirmaría esta hipótesis. Ésta habría asegurado que a Melina la llevaron por la fuerza a unas cuadras del boliche Chankanab. “Subí, Melina”, le habrían ordenado desde un auto. Los cuatro detenidos hasta ahora son Elías Fernández, de 18 años; Joel Fernández, de 20; Javier Rodríguez, de 44, y un adolescente de 16 años. La autopsia se hará el próximo sábado.