Los festejos dieron paso a los destrozos, con vidrieras rotas y locales atacados en los alrededores del Obelisco. Y esta mañana,una de las imágenes más tremendas era la del bar que fue atacado en Cerrito entre Lavalle y Tucumán. Su dueño estaba hoydesconsolado: "Me senté y miré todo desde el sillón de mi casa, sabía que no había a quién llamar. Rogaba que pasaran rápido para que destrozaran los menos posible", dijo Itaí, el comerciante en declaraciones al canal de noticias TN.

Desde su local, donde se llevaron desde cubiertos, hasta vasos o una sombrilla, dijo que los agresores "rompían por romper, porque se habían llevado lo que querían, que era el alcohol".

Comentó que al llegar al local se encontró con "todos los vidrios rotos, la chopera... se llevaron la computadora, sombrillas, sillas, las botellas, rompieron la barra, tiraron la comida guardada en las heladeras buscando bebidas, estaba todo por el piso".

"Vivo en la Argentina, ya sé como funcionan las cosas y me voy a tener que hacer cargo yo con mis amigos", se resignó el comerciante, quien lamentó: "Así vivimos, vivimos echándole la culpa a los demás, pero la culpa es nuestra; somos nosotros los que tenemos que reeducarnos para que esto no pase más".

"Me tocó ver por televisión cómo robaban en mi local", sintetizó. Los incidentes se registraron pasadas las 21 y se extendieron durante más de tres horas, con un resultado de al menos 15 policías heridos a causa de las pedradas y unos 50 detenidos.

Un grupo de violentos saqueó comercios y rompió vidrios en edificios y semáforos, luego de la celebración tras la derrota 1-0 de Argentina ante Alemania en la final del Mundial de Brasil.



Fuente Clarin