La Justicia trata de identificar si el cuerpo hallado ayer a la tarde en el Riachuelo, a diez cuadras del puente Alsina, corresponde a uno de los presos que se fugaron hace más de una semana, durante la tormenta.

Anoche, el cadáver del hombre, de entre 40 y 45 años y 1,75 metros de altura, fue llevado a la morgue judicial de Lomas de Zamora con el fin de tomarle las huellas digitales para establecer la identidad y realizar la autopsia para determinar la causa de la muerte.
La presunción de que el cuerpo podría corresponder a uno de los dos prófugos se fundó en que estaba esposado con las manos atrás. Debido a que, en el momento del hallazgo, el cadáver estaba cubierto de barro, los investigadores no lograron establecer si fue baleado o apuñalado.

Si bien una versión indicaba que el cadáver tenía un balazo en la cabeza, este dato no fue confirmado por la fiscalía de Lomas de Zamora, que quedó a cargo de la investigación, debido a que, además de estar cubierto por el barro, presentaba una notable deformación por haber sido afectado por la lluvia.

El cadáver fue descubierto ayer, poco después de las 15, a diez cuadras del puente Alsina por un grupo de trabajadores de la Autoridad Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) que limpiaban un basural en la orilla y avisaron a la Prefectura.
El cuerpo estaba esposado y vestido con un pantalón de gimnasia y una campera negra. No tenía documentos y presentaba un tatuaje, que podría permitir su identificación con la ficha de alguno de los dos presos que se escaparon la semana pasada cuando eran trasladados.

Por el lugar del hallazgo, los investigadores no descartaban la posibilidad de que el cuerpo pudiera corresponder a un sospechoso que huyó el 10 de agosto pasado, durante el temporal que azotó la Capital y el Gran Buenos Aires.

Este preso era trasladado en un móvil del Comando de Prevención Comunitaria desde la comisaría de Ingeniero Budge hacia la seccional de Glew. No se trataba de un traslado de rutina, sino que la decisión de cambiar al detenido de lugar de alojamiento se habría tomado para tratar de evitar una revuelta en una comisaría que estaba sobrepasada de presos.

Cuando trascendió la noticia del hallazgo del cuerpo esposado, también se conoció la información de que otro preso se había escapado durante un traslado en la misma zona. En este caso, el detenido estaba custodiado por agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y, según fuentes oficiales, la fuga habría ocurrido el 7 de agosto, también durante el temporal. Esto significa que en el tramo entre los puentes La Noria y Alsina, con 72 horas de diferencia, dos presos huyeron cuando eran trasladados.

Mientras tanto, aguas abajo, la Prefectura Naval seguía buscando el cuerpo del chico de 15 años que cayó en el Riachuelo con su padre en un auto hace diez días.