Tras diecinueve años de impunidad, condenaron a cuatro militares por el atentado de la Fábrica Militar de Río Tercero. Edberto González de la Vega, Carlos Franke y Jorge Antonio Cornejo Torino fueron condenados a 13 años de prisión, mientras que Marcelo Diego Gatto recibió la pena de 10 años.
 
En todos los casos es por el delito de “estrago doloso agravado por la muerte de personas”. El hecho ocurrió el 3 de noviembre de 1995 y dejó un saldo de 7 muertos y más de 300 heridos. La investigación judicial esclareció que el atentado fue para borrar huellas del faltante de armas por el tráfico ilegal a Croacia y Ecuador.
 
Por Continental, Aukha Barbero, abogado querellante en representación de las hijas de Ana Griti, señaló que, si bien habían pedido una pena mayor, quedaron “conformes con el fallo”. Griti luchó por casi dos décadas, hasta su muerte, por el esclarecimiento de la muerte de quien fuera su marido.