El religioso esperaba en libertad que quede firme la sentencia que recayó sobre sus hombros por abuso sexual. La justicia lo condenó a 15 años de prisión. Pero ahora deberá cumplir arresto domiciliario por “haberse referido en público” a las víctimas del caso.

Grassi se presentó en el edificio de los Tribunales de Morón para ser notificado de la medida.

Durante la tarde se había llevado a cabo una audiencia en la cual el fiscal general adjunto de Morón, Alejandro Varela, y las querellas de la causa habían pedido su detención argumentando que el sacerdote violó las condiciones que se le habían impuesto, entre ellas la prohibición de ingresar a la fundación “Felices los Niños” donde habrían sucedido los hechos que se le imputaron.

Por Continental, el doctor Juan Pablo Gallego, abogado querellante, remarcó que Grassi "violó las condiciones del tribunal para estar libre. El sacerdote "tenía prohibido acercarse a la Fundación Felices los Niños, pero no cumplió", añadió en Magdalena Tempranísimo.