Una veintena de detenidos, entre ellos el supuesto jefe de una banda narco y su esposa, fue el resultado de un operativo encabezado en Rosario y otras cuatro localidades del sur santafesino por la Secretaría de Delitos Complejos del Ministerio de Seguridad de la provincia y la Gendarmería Nacional. El procedimiento se materializó en 30 allanamientos simultáneos en los que participaron unos 350 efectivos que secuestraron unos 7 kilos de droga y que llegaron hasta la propia alcaidía de la Jefatura de la Unidad Regional II, donde está detenido un hombre sindicado como uno de los principales operadores de la banda, informó por Continental Ana Viglione, secretaria de Asuntos Complejos de la Provincia.

En La Mirada Despierta, reseñó que los “allanamientos se hicieron de acuerdo a lo prefijado: cuatro en Rosario, ocho en Chabás, 13 en Pérez, tres en San Lorenzo y dos en Arroyo Seco”. Y agregó que por las ramificaciones de la banda “se seguirán haciendo operativos. Pudimos dar con documentación y celulares que nos lleva a presumir que esta banda tiene contactos en el exterior. La metodología era sencilla: desde dentro de la alaciadía un hombre (más tarde identificado como Betito Godoy) se comunicaba con quienes proveían de estupefacientes a la banda comandada por Rivero. Este preso les armaba la logística”, aseguró Viglione.

“Todos los detenidos son mayores de edad y pudimos descubrir que en Alem al 800 de Pérez se fraccionaban la marihuana y la cocaína. No se hallaron cocinas ni nada parecido, pero si este lugar que demuestra que manejaban un menudeo importante en las localidades cercanas a Rosario donde se hicieron los allnamientos”, dijo Viglione.

Para la funcionaria, la investigación “que duró dos años” fue la base del trabajo en conjunto de distintos organismos. “Un grupo de la Secretaría trabajo junto a la fiscalía federal a cargo de Marcelo Di Giovanni y se usaron todas las herramientas a mano: filmaciones, intervenciones telefónicas y otras que son de uso común en estos casos”, aseveró.

Lo sorpresivo de la investigación es que los elementos sumados por los pesquisas los llevaron hasta la celda 8 del pabellón B de la alcaidía de Jefatura, donde la TOE secuestró los celulares de Carlos Alberto “Betito” Godoy, un joven de 28 años condenado por el crimen de Roberto “Pimpi” Caminos (ver aparte) y quien desde ese lugar “organizaba los envíos de estupefacientes a la banda regenteada por Walter Rivero”, detenido en su vivienda de Pérez. Para la investigación, este hombre y su mujer “administraban distintos búnkers de venta de estupefacientes en las localidades donde se produjeron los allanamientos”.