El hecho ocurrió en la madrugada del sábado 30 de marzo, cuando los inspectores de la AFIP se dirigían a la ciudad entrerriana de Colón tras realizar tareas de control de ventas y de personal. Según informó la AFIP, los disparos fueron efectuados desde una lujosa camioneta 4x4, que persiguió al vehículo oficial y luego se dio a la fuga.

“Los trabajadores salvaron su vida gracias a que las balas, que traspasaron la chapa del vehículo, impactaron en los maletines que contenían voluminosa papelería de trabajo”, explicó la agencia. De acuerdo con los inspectores, el autor del atentado es un productor agropecuario y contratista rural de Villa Elisa, quien se “habría disgustado porque los inspectores fiscalizaban a sus amigos, dueños de restaurantes del lugar, temiendo además que le efectuaran una inspección a él”.

Siempre según la AFIP, a partir de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de la localidad y de la denuncia realizada por los agentes agredidos, la Policía provincial allanó la casa del presunto agresor, Sebastián Eduardo Fagundez, y encontró allí cuatro armas de alto poder de fuego listas para disparar, además de rastros de pólvora en el vehículo. “Llamativamente, y a pesar de las contundentes pruebas del ataque, el fiscal de turno, Juan Sebastián Blanc, dejó en libertad al agresor, considerando que no había elementos suficientes para ordenar su detención”, sentenció la AFIP en un comunicado.

La Federación Agraria de Entre Ríos salió a despegarse de la brutal agresión. El dirigente Alfredo Bel subrayó que “todo hecho de violencia es repudiable” y que “no es la forma en la que ni la Federación Agraria ni los productores resolvemos las cosas”.

“Tenemos una filmación que muestra al vehículo de la AFIP yéndose y otra imagen que muestra a la camioneta, pero la imagen es muy borrosa. Los policías detectaron una camioneta similar a la de las imágenes y la siguieron hasta un domicilio donde el vehículo entró. Tocaron timbre, pero nadie los atendió, por lo que solicitaron una orden de allanamiento y, al hacer el allanamiento, se detectaron armas y se encontraron rastros de pólvora recientes en una de ellas, pero hay que esperar el peritaje para saber si es el arma que les disparó a los funcionarios”, explicó por Continental el mismo fiscal Blanc.

“Esta persona aparentemente no está vinculada con ninguno de los locales inspeccionados y por ahora no está imputada. Faltan las pericias para determinar si las sospechas se pueden sustentar en pruebas. En cuanto a los 23 impactos, son perdigones de escopeta, por lo cual los disparos habrían sido dos o tres. La carátula podría ser abus de arma, no intento de homicidio. Lo que interpretamos es que fue una maniobra intimidatoria y disparó al vehículo”, aclaró en Magdalena Tempranísimo.