"No conocí a nadie. Vivo bien, soy pescador. Están buscando un chivo expiatorio, yo estaba en mi casa [cuando asesinaron a la joven]", afirmó el hombre, de 35 años, mientras era trasladado esposado por la policía uruguaya al juzgado donde deberá prestar declaración ante la jueza Marcela López.

Los investigadores policiales y judiciales se manejaron ayer con absoluto mutismo. Sólo se supo que el detenido reside en el asentamiento de Las Malvinas, en un rancho precario, de madera, emplazado muy cerca del lugar donde fue hallado el cuerpo de Lola Chomnalez el martes pasado.

Se trató del cuarto sospechoso detenido durante la instrucción del sumario por el homicidio de la adolescente que tiene desconcertados a los investigadores.