Con un nuevo tipo de escáner que no requiere trípodes, investigadores de CSIRO, una empresa informática que integra la red de la Agencia Científica de Australia, lograron mapear el interior de la famosa torre. Y lo hicieron en menos de una hora.

Los datos permiten a los usuarios un paseo inmersivo por el interior del monumento y ofrecen una herramienta invaluable para futuros trabajos de restauración.