El Senado ruso dio su aprobación a la participación de sus fuerzas armadas en la lucha contra el Estado Islámico (EI) en Siria, luego de que que el presidente del país árabe formalizara el pedido de la ayuda militar. "La utilización de fuerzas armadas en el territorio de un tercer país sólo es posible en base a una resolución de la ONU o a petición del Gobierno legítimo de dicho país. En este caso Rusia será de hecho el único país que actuará sobre una base legítima: a petición del presidente de Siria", señaló  el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

La movida rusa se produce dos días después del encuentro en Nueva York entre el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par de Rusia, Vladimir Putin, ocasión en la que el jefe de Estado estadounidense reiteró su pedido de alejar del poder a Al Assad como “única solución a la crisis siria”. En respuesta, Putin defendió la creación de una coalición internacional para luchar contra los yihadistas junto al gobierno de Damasco e Irán, durante su intervención el lunes en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, además de insistir en que salida a la crisis debe ser “negociada” e indefectiblemente debe contemplar al presidente sirio que, según Putin, “desde hace años lucha contra los invasores yihadistas”.

En tanto, el jefe del Gabinete presidencial, Serguei Ivanov, subrayó que se tratará sólo de operaciones aéreas. El portavoz del Kremlin subrayó que la campaña se dirigirá exclusivamente a "la lucha contra el terrorismo", en respuesta a si los ataques de Moscú podrían ampliarse a otros enemigos de Damasco, en alusión a la oposición "moderada" apoyada por EEUU que combate, con apoyo logístico y armamentista de otros países de la región, contra el gobierno de Al Assad.