El papa Francisco llamó a abolir la "pena de muerte, legal o ilegal y en todas sus formas", y a luchar para "mejorar las condiciones carcelarias en el respeto de la dignidad humana", durante un duro discurso con representantes de la Asociación Internacional de Derecho Penal (AIDP), entre los que estaban el juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni.

"La condena perpetua es una pena de muerte escondida", explicó Francisco y condenó además las "llamadas ejecuciones extrajudiciales o extralegales", en referencia a los homicidios deliberados cometidos por algunos Estados o sus agentes "presentados como consecuencia indeseada del uso razonable, necesario y proporcional de la fuerza", explicó el sitio oficial de noticias de la Santa Sede.