Combatientes del grupo islamista Estado Islámico (EI) redoblaron hoy su asedio y los ataques con cohetes contra una ciudad del norte de Siria fronteriza con Turquía, un día después de que el Parlamento turco aprobara posibles incursiones militares en el vecino país árabe para frenar al EI, informaron activistas.

Los yihadistas lanzaron su ofensiva contra la localidad kurda de Kobani a mediados del mes pasado, tomando cientos de poblados en sus inmediaciones y forzando la huida hacia Turquía, según la ONU, de unas 160.000 personas, en uno de los
mayores éxodos de refugiados de una misma zona de Siria en más tres años de guerra.

Los islamistas han continuado con su sitio pese a bombardeos de una coalición encabezada por Estados Unidos en apoyo a los milicianos kurdos que defienden la plaza, muy superados en poder de fuego por sus adversarios, que cuentan con tanques y blindados capturados al Ejército sirio o al del vecino Irak.

Hoy, las milicias kurdas de las Unidades de Protección del Pueblo kurdo destruyeron dos aparatos de maquinaria pesada del EI en combates en la periferia este y sudeste de Kobani, a escasos metros de la entrada de la población, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Al menos siete islamistas radicales y un voluntario kurdo perecieron en esos enfrentamientos, informó el Observatorio, que tiene su sede en Londres y documenta la guerra en Siria mediante una red de informantes sobre el terreno.

Mientras, los yihadistas intensificaron el lanzamiento de cohetes contra Kobani, en la frontera entre Siria y Turquía, contra la que dispararon al menos 25 proyectiles esta mañana, agregó la ONG.

Kobani es uno de los tres principales enclaves kurdos de Siria, donde el EI inició una ofensiva para tomar su control el pasado 16 de septiembre. Su conquista permitiría a los yihadistas unificar la extensa franja territorial que controlan en el norte de Siria, reforzando sus posiciones y mejorando su logística.

La ONU ha acusado al EI de cometer crímenes de guerra y contra la humanidad, incluyendo decapitaciones y crucifixiones, y hay temores de que pueda masacrar a los civiles que permanecen en Kobani.

En Turquía, el primer ministro, Ahmet Davutoglu, dijo hoy que su país no dejará que la ciudad caiga en manos de los islamistas, un día después de que el Parlamento turco aprobara una moción que permite al Ejército nacional y a tropas extranjeras acantonadas en el país realizar operaciones contra el EI en Siria e Irak.

"No queremos que caiga Kobani. Hemos abierto los brazos a los hermanos que vengan de allí y haremos lo que haga falta y esté en nuestras manos para que Kobani no caiga", prometió Davutoglu en una entrevista difundida hoy por la emisora CNNTürk.

Por otro lado, varias posiciones de los combatientes del EI en distintas provincias del país fueron -en las últimas horas- objetivo de ataques aéreos que se cree que son de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, informó el Observatorio.

Una serie de proyectiles impactaron en el desierto de Al Mayaden -zona en manos de los radicales-, en el este de la provincia de Deir Ezzor, en el noreste del país, sin que se sepa si hubo víctimas.

Mientras, en la norteña ciudad de Alepo, también hubo bombardeos en las poblaciones de Manbech y sus alrededores, y en Yarabulus, ambas en poder de los extremistas.

Asimismo, el aeropuerto militar de Tabaqa, en poder del EI y situado en la provincia de Al Raqa, en el noreste de Siria, fue blanco de bombardeos, aunque el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos no descartó que puedan ser de la aviación del gobierno sirio.

Estados Unidos inició el 23 de septiembre su ofensiva aérea contra el EI en suelo sirio, en la que colaboran varios países árabes.
Estados Unidos también está bombardeando al EI en el vecino Irak, junto al Reino Unido y Francia.

Australia anunció hoy que se sumará a los ataques aéreos contra el EI en Irak y que enviará tropas para asistir a las fuerzas de seguridad del país árabe en el combate a los extremistas.