Partidarios y detractores del golpe militar que depuso el pasado día 3 al presidente islamista egipcio Mohamed Mursi han vuelto a medir este domingo sus fuerzas con multitudinarias manifestaciones en El Cairo que plasman la división del país.

Los islamistas trataron de intensificar su exigencia de que Mursi regrese al poder acudiendo en masa a distintos puntos de la ciudad, como la plaza Rabea Adauiya o la sede de la Guardia Republicana (la unidad militar de escolta y protección del presidente de Egipto) donde creen que puede hallarse retenido.

Pero los defensores del golpe, convocados por el movimiento «Tamarrud» (Rebelión, en árabe), respondieron abarrotando la famosa plaza Tahrir en defensa del nuevo presidente interino, Adli Mansur, cuya dimisión ha pedido este domingo el grupo salafista Gama Islamiya, aliado de Mursi.

El cisma social egipcio se ha cobrado 35 vidas en cinco días y hace temer un deterioro de la situación.