La crisis que fractura al país se sintió en la capital egipcia durante las multitudinarias manifestaciones realizadas por partidarios y detractores del golpe militar que el pasado 3 de julio depuso al presidente islamista egipcio Mohamed Mursi, informó por Continental Angels Barceló, enviada especial de Prisa Radio a El Cairo.

"Después de las multitdinarias manifestaciones de anoche, hubo centenares de miles de personas, pero no hubo enfrentamientos. Sin embargo, a las 4 de la mañana hubo un tiroteo cerca de la Guardia Republicana, donde se presume que está detenido Mursi", narró Barceló.

Los islamistas, simpatizantes del depuesto mandatario fortalecieron su exigencia de que Mursi regrese al poder copando varios puntos de la capital egipcia, como la plaza Rabea Adauiya o la sede de la Guardia Republicana (la unidad militar de escolta y protección del ahora ex presidente de Egipto).

Alrededor de la plaza, virtualmente blindada por centenares efectivos policiales y del Ejército, miles de simpatizantes del líder islamista expresaron su repulsión hacia el golpe militar. Pese a la contundencia del golpe y el apoyo que suscita, había gran optimismo sobre el regreso al poder de Mursi, vencedor en 2012 de las primeras elecciones presidenciales tras la caída de Hosni Mubarak un año antes.

Entre las protestas, pacíficas durante el día y a veces sangrientas tras la caída del sol, la llamada Alianza Nacional en Defensa de la Legitimidad Electoral, integrada por los Hermanos Musulmanes y otros grupos islamistas, mostró su fuerza con concentraciones multitudinarias, una de ellas en la plaza Al Nahda, frente a la Universidad Árabe.

Miles de islamistas y algunos salafistas se juntaron allí ante un escenario decorado con pancartas con lemas como “Sí a la legitimidad” o “Abdel Fatah Al Sisi (jefe del Ejército y autor del golpe) acabará naufragando”.

Paralelamente, el influyente predicador Yusuf al Qaradawi, pidió la restitución en su cargo del depuesto presidente en una fatwa (decreto islámico) publicado hoy en su página web. Conforme a la sharia, la ley islámica, existen sólo dos motivos por los cuales se puede proceder contra un presidente elegido: si comete una grave ofensa a dios o si propaga la falta de fe.

Los defensores del golpe, en tanto, convocados por el movimiento “Tamarrud” (Rebelión, en árabe), respondieron repletando la simbólica plaza Tahrir (Liberación) en defensa del nuevo presidente interino, Adly Mansur. El heterogéneo grupo, donde se mezclan sectores de izquierda, intelectuales, islamistas moderados, ‘baltagis’ (lumpen) y golpistas sin adscripción ideológica clara repletó ayer la Plaza en apoyo al golpe militar.

Entre ellos podía verse piedras amontonadas a modo de eventual munición en los accesos, pero también un ambiente multicolor y de alegría, mientras una gran pancarta se manifestaba en defensa de la segunda “revolución”, relató Barceló en Magdalena Tempranísimo.