Los combates entre el Ejército ucraniano e insurgentes separatistas costaron la vida a otros diez civiles en las últimas 24 horas en el este de Ucrania, mientras prosiguen los combates en el puerto de Mariúpol, en el mar de Azov. Las autoridades de Donetsk informaron que al menos seis personas murieron en esa región, tanto en la zona dominada por Kiev como en la controlada por los rebeldes, mientras otros 24 civiles resultaron heridos.

Los separatistas acusan al Ejército ucraniano de intensificar los bombardeos con artillería pesada contra barrios residenciales de esa ciudad y otras plazas fuertes bajo control rebeldes, y denuncian la muerte de cuatro civiles (una niña de 5 o 6 años, dos mujeres y un joven) en la localidad de Stajanov (Lugansk) durante ataques realizados a la noche por las fuerzas leales a Kiev. Los combates, que tuvieron en los últimos días como epicentro el aeropuerto de Donetsk, y que hasta ayer habían dejado un saldo de 230 muertos, se propagaron ahora a Mariúpol, sede del gobierno regional de Donetsk leal a Kiev.

"En la zona de Mariúpol, el enemigo ha lanzado una serie de ataques masivos contra las posiciones de las fuerzas ucranianas", informó hoy el experto militar y diputado ucraniano Dmitri Timchuk, quien señaló el ataque busca encubrir la reagrupación de las tropas rusas y el armamento pesado concentrado en la zona cercana a la frontera ruso-ucraniana. "El enemigo ha reforzado su presencia tanto en tropas como en armamento. Se ha detectado la presencia de diez tanques, como mínimo. La movilización de blindados enemigos a la primera línea de fuego continúa", agregó.

El mando militar ucraniano insiste en que los combates continúan en las instalaciones aeroportuarias, en las que "resiste aún un pequeño destacamento de irreductibles soldados". Los rebeldes aseguran que el aeropuerto está bajo su completo control y que todos los intentos ucranianos de recuperar posiciones fracasaron estrepitosamente. Los combates también han estallado en la región vecina de Lugansk, donde tropas del Ejército debieron abandonar al menos un puesto de control debido al ataque perpetrado por los rebeldes, que según Kiev, están apoyados por fuerzas rusas.