A un texto que las FARC publicaron anoche en su blog, en el que afirmó que Rojas decidió voluntariamente acompañar en su captura a la entonces candidata Ingrid Betancourt, de la que era jefa de debate en la campaña de 2002, y que fue tratada en forma diferenciada, le siguió el rechazo de la propia congresista, que advirtió que eso era “una falsedad”, y del jefe del equipo negociador del gobierno, Humberto de la Calle, quien condenó ese "ataque personal".

De la Calle reclamó a la insurgencia que aclare "su sinceridad al acordar principios de reconocimiento y responsabilidad frente a las víctimas" y consideró el escrito sobre Rojas como "una muestra de desprecio a una víctima que sufrió durante varios años un secuestro", que "viola su dignidad como persona y como mujer".

En respuesta, el guerrillero Andres Paris, alias de Jesús Emilio Carvajalino, explicó que la intención de ese texto es defenderse de declaraciones "polémicas e inconvenientes" contra las FARC y el proceso de "distintos representantes" y aclarar en qué condiciones se produjo el cautiverio de seis años de Rojas, que desde marzo ocupa una banca por el Partido Liberal.

En el texto, fechado en las "Montañas de Colombia", las FARC explican que Rojas decidió voluntariamente acompañar a Betancourt, de la que era jefa de debate en la campaña de 2002, tras una visita a la antigua zona de distensión de San Vicente del Caguán. “En ese momento parece un gesto de lealtad a su amiga y compañera de política. Más adelante se sabría que era mucho más. Tanto insistió que terminó quedándose", afirma la guerrilla.

Las FARC también se refieren al hijo que Rojas tuvo durante su cautiverio con un guerrillero del Bloque Sur que la custodiaba, a quien "se entregó por su libre voluntad, aunque tal vez se arrepintiera después".

"La cuestión es sencilla: se gustaron y pasó lo que pasó, a escondidas, claro; ese tipo de relaciones no se permiten en la guerrilla, ni en ningún ejército del mundo", detallan.

Para las FARC, el alumbramiento de su hijo Emmanuel en la selva "afectó psicológicamente" a Rojas, quien "se mostraba siempre muy ruda con él y lo lastimaba con frecuencia".

Sobre las condiciones en las que se desarrolló el cautiverio de Rojas y Betancourt, la guerrilla precisa que por su "condición de mujeres y su extracción social" recibieron "un trato preferencial" y gozaron de algunas libertades como no estar nunca atadas.

En declaraciones a EFE, Rojas expresó que todo lo dicho por la insurgencia es "falso" y "desafortunado", y lo enmarcó en una estrategia para desacreditarla por su "repercusión pública", ya que es la primera persona secuestrada en obtener una plaza en el Congreso en Colombia.

Más duro estuvo De la Calle, quien manifestó en nombre de la administración de Juan Manuel Santos la “más enérgica protesta” por el ataque a Rojas

De la Calle advirtió que estos "ataques personales" generan "preocupación", en momentos en que ambas partes del diálogo abordan el tema de las víctimas del largo conflicto colombiano con participación de personas que sufrieron secuestros y torturas y representantes de los miles de asesinados y desaparecidos.

El ex vice exigió a los guerrilleros aclarar esas manifestaciones que, según dijo, "son incompatibles con un deseo expresado en los acuerdos de reconocer a las víctimas y asumir las responsabilidades consecuentes".

El nuevo episodio de asperezas se da a apenas a una semana de la fecha pactada para una nueva participación de otro grupo de víctimas en las conversaciones, el miércoles próximo en La Habana.

El nuevo cruce dejó en segundo plano otro paquete de propuestas que las FARC lanzaron para esta etapa del debate, entre las que insiste con la necesidad de crear una Comisión de la Verdad antes de la firma de un acuerdo final.

La guerrilla ya había presentó ante los medios diez propuestas para el debate sobre víctimas, que incluyen el esclarecimiento de la verdad histórica, el reconocimiento de las víctimas y sus derechos y la reparación integral.