La policía española disparó pelotas de goma tras la gran manifestación convocada en Madrid contra los recortes del gobierno, para dispersar a pequeños grupos que intentaban llegar hasta el parlamento nacional.

Tras finalizar la manifestación, pequeños grupos de personas se dirigieron hacia el Congreso, protegido desde hace varios días por vallas y cordones policiales, momento en que los agentes cargaron para dispersarlos cerca de la emblemática Puerta del Sol, donde había concluido la protesta.

Los manifestantes habían llegado hasta las vallas que protegen el Congreso, con un grupo de bomberos en primera línea, los cuales hablaron con los policías que custodiaban la Cámara Baja, para acabar retirándose posteriormente.

Algunos de los manifestantes decidieron no seguir a los bomberos y se mantuvieron donde estaban, por lo que la policía cargó sobre los mismos, mientras los concentrados respondieron con el lanzamiento de objetos como latas de bebida o prendieron fuego a algunos contenedores.