Era el destino, dirán muchos. Otros opinarán que es pura casualidad. Y otros tantos que se trata de un milagro. Pero la realidad es que hiela la sangre pensar que salvaron su vida por minutos, por una decisión a último momento en la que decidieron no embarcar el vuelo MH17 de Malaysia Airlines que fue derribado por un misil ayer en el este de Ucrania, una zona de alto voltaje conflictivo por la guerra que mantienen rebeldes prorrusos y militares ucranianos. La tragedia no dejó sobrevivientes. Murieron 283 pasajeros y 15 tripulantes.

Algunos salvaron su vida porque llegaron tarde, otros porque eligieron un vuelo más económico y otros para poder viajar en familia. Y son sólo algunas de las historias que se conocen, seguro hay muchas más.

Cuando Barry Sim se dio cuenta de que no viajaba en el mismo avión que su mujer Nur Azani y su bebé de tres meses, se quejó a su agencia de viajes."Siempre intento viajar con Malaysia Airlines así que pedí a mi agente que metiera a mi familia en el mismo vuelo que yo", explicó, citado por el diario Algemeen Dagblad. "No queríamos viajar separados", añadió. Y así cambió lo que hubiese sido un trágico final. Sim aseguró que se sentía "aliviado" y "bendecido", y mandó sus condolencias a las familias de las numerosas víctimas.

Maarten de Jonge, de 29 años, un ciclista profesional que corre en un equipo malasio, también escapó a la catástrofe. "En el último momentoelegí un vuelo que salía el domingo porque era 300 euros más barato. Sólo quedaba una plaza y la reservé de inmediato", asegura en varios medios holandeses. "Intentar ahorrar me ha salvado la vida", dice.

Otra familia, que debía volver a Australia a través de Kuala Lumpur para un entierro, llegó demasiado tarde al aeropuerto para poder comprar pasajes para el vuelo MH17. "Es un poco surrealista", aseguraron en la televisión AT5, con una niña rubia de rizos en brazos:"Todavía no lo creo".

Ayer, un avión comercial de Malaysia Airlines fue derribado por un misil cuando volaba por la conflictiva frontera entre Ucrania y Rusia. Ante la conmoción mundial que provocó la tragedia, hubo un cruce de acusaciones entre el gobierno ucraniano y los separatistas pro rusos, que combaten en la región.

El Boeing 777 había partido de Amsterdam, Holanda, y se dirigía a la capital de Malasia, Kuala Lumpur. A bordo había pasajeros de distintas nacionalidades, entre ellos 154 holandeses, 27 australianos, 23 malayos y 11 indonesios, así como británicos, franceses, canadienses, filipinos y belgas. Un número importante de ellos viajaba en tren turístico, y otros por negocios.
Fuente: Agencias