El Gobierno apeló este viernes una resolución de la Justicia de los Estados Unidos que obligaba a los bancos privados a brindar información sobre los activos argentinos en el exterior, una medida que favorecía a los fondos buitre ya que podían pedir el embargo de esos bienes.

El juez de Nueva York Thomas Griesa había ordenado el 25 de septiembre último a las entidades Citibank, Deutsche Bank y JPMorgan Chase, informar sobre activos de la Argentina en el exterior.

La resolución judicial alcanzaba también a los bancos HSBC, Standard, UBS, Wells Fargo y BNP Paribas.

La información debía ser entregada a los fondos buitre, liderados por NML Capital, de la compañía Elliott Management, que de esa manera podían pedir el embargo de esos bienes, ya que reclaman que el país pague el 100 por ciento de los bonos que tienen en su poder y no entraron a ningún canje.

En la misma resolución, Griesa había desechado un pedido de la Argentina para que sea dejado sin valor un pedido de los fondos buitre por el cual el Banco Central se consideraría como un "alterego" del país y por lo tanto también responsable de la deuda y potencialmente embargable.

En medio de la disputa legal con los buitres en Estados Unidos, el fondo Gramercy Management, que colaboró con la Argentina a instrumentar su canje de deuda en 2010, salió a buscar respaldo de parte de tenedores de bonos en default para ayudar al país a finalizar el litigio.

Así lo informó la agencia de noticias estadounidense Bloomberg, que indicó que directivos de Gramercy se pusieron en contacto con al menos cinco bonistas para acercarles una propuesta, para que desistan de reclamar parte de los intereses por los bonos impagos y traten de llevar a un acuerdo con la Argentina.

De este modo, el fondo estadounidense, que poseía más de U$S 383 millones de deuda argentina a noviembre de 2012, según dijo Bloomberg, intenta persuadir a esos tenedores de bonos para que desistan de avanzar con el litigio judicial contra el país.