La oposición venezolana consiguió una resonante victoria en las elecciones legislativas que pese a los grandes temores previos se desarrollaron ayer en un clima de tranquilidad, imponiéndose por mayoría para el mandato 2016-2021 y poniendo fin a la hegemonía que mantuvo el oficialismo en los últimos 17 años. El presidente Nicolás Maduro admitió que se trató de un triunfo de la democracia, pero atribuyó su derrota a una campaña "desleal" y una "guerra económica" propiciada por "el capitalismo salvaje" que alentaron sus contrincantes locales e internacionales.

La opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganó 99 escaños en la Asamblea Nacional, frente a las 46 bancas que estarán a cargo del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), informó la presidenta del Consejo Electoral Nacional (CNE), Tibisay Lucena, en base al 96,03 por ciento de los resultados. A estas cifras se suman 19 cargos que aún están por definir y otros tres correspondientes a diputados de la representación indígena. 

"¡Comenzó el cambio, Venezuela!, afirmó el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús "Chúo" Torrealba, al conocerse las cifras. "Hoy tenemos razones para celebrar. El país pidió un cambio y ese cambio comienza hoy. El voto logró vencer democráticamente a un gobierno que no es democrático. Los resultados envían un claro mensaje al gobierno de que el país está candado de vivir en el fracaso", sentenció un eufórico Torrealba en la sede de su agrupación. 

Las elecciones para renovar los 167 escaños de la Asamblea se realizaron en un ambiente de calma, sólo alterado por la prórroga de la apertura de los locales electorales, que provocó la crispación de la oposición, que creyó ver en la medida una maniobra del oficialismo para recaudar votos antes del cierre de la jornada. Maduro ofreció una conferencia de prensa televisada inmediatamente después de conocerse las cifras. Allí, reconoció la derrota del PSUV y alabó el "triunfo de la democracia". No obstante, aseguró que el triunfo opositor se vio impulsado por una campaña "desleal" y una "guerra económica" local e internacional que alentaron un escenario de fuerte inflación y de desabastecimiento de bienes básicos. 

“Fue una victoria histórica y en condiciones muy adversas: la oposición no sólo enfrentó a un rival sino también al ventajismo de ese Estado apoyado por los recursos públicos, con la complicidad, incluso, de la Comisión Electoral", detalló el periodista Alfredo Mesa, desde Venezuela.

“El pueblo venezolano pasó factura a una política económica que los llevó a tener este año la mayor inflación del mundo”, agregó.